Los números indican que la obesidad infantil es una enfermedad que crece mundialmente año tras año y pareciera difícil de hallar el freno ante dicho flagelo.
Hasta el 2010, se hablaba de 42 millones de niños en el mundo que padecían de obesidad infantil. Y cada año, ese número aumenta…
Tal como lo manifiesta la Organización Mundial de la Salud, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI.
Samanta Tosto, Licenciada en Nutrición, destacó en No Te Lo Pierdas que la causa principal de la obesidad infantil es el desequilibrio que se produce entre la ingesta de calorías y el gasto calórico. “Si un niño consume en un día 1200 calorías, pero no realiza actividad física, ese niño va a tener un balance positivo a lo largo del día, a lo largo de la semana y llegamos a una acumulación de grasa en exceso”, explicó la especialista.
Por otra parte, dijo que el sedentarismo, el uso en exceso de la tecnología, la falta de incentivo de la actividad física y el uso de los medios de transporte llevan inevitablemente a la obesidad infantil.
Ante tal panorama, Tosto subrayó la importancia del rol de la familia: “la conducta alimentaria de una persona adulta la generamos de chicos, en los primeros años de vida; por eso, es muy importante lo que le enseñemos a nuestros niños desde los 6 meses que empiezan a comer hasta la adolescencia cuando comienzan a tener elecciones de lo que comen”.
Consecuencias de la obesidad infantil
La enfermedad lleva consigo el riesgo de padecer un sinnúmero de patologías. Entre estas últimas, se encuentran las enfermedades no transmisibles, tales como el colesterol aumentado, la hipertensión, el infarto, la arritmia, enfermedades del corazón, ACV, el aumento de la resistencia a la insulina que nos puede llevar a la diabetes, cáncer, riesgo de padecer osteoporosis, problemas musculares, artritis, enfermedades en las articulaciones, entre otras graves consecuencias.
La lactancia materna y su rol de “prevención”
La Licenciada en Nutrición Samanta Tosto resaltó la importancia de la lactancia materna a la hora de prevenir la obesidad infantil y señaló que es fundamental la lactancia exclusiva desde los 0 a 6 meses y la lactancia combinada con buenos hábitos alimentarios desde los 6 meses en adelante.
Subrayó que es fundamental incluir buenos alimentos desde temprana edad, tales como verduras, frutas, cereales integrales, entre otros.
“Es muy importante enseñarles a comer”
Dijo también que es muy importante que la familia se siente en la mesa, en un ambiente calmo y con tranquilidad.
Comentó además, que en este período es muy normal el rechazo a ciertos alimentos y aconsejó a los padres a no insistir más de 7 a 10 veces, porque después de estas últimas ya es contraproducente para el niño.
Dijo también que los padres deben disminuir los azúcares, las grasas, las golosinas, deben crear buenos hábitos en la alimentación e incorporar frutas y verduras.
Por último, recomendó que los pequeños deben realizar una hora diaria de deporte, el cual no sólo ayuda a la salud, sino que también les permite sentirse parte de un grupo.
