El combinado nacional norteamericano dio otra exhibición y festejó con su decimoquinta medalla de oro, sobre un total de 19 ediciones. Serbia, que le había hecho fuerza en la fase de grupos perdiendo de forma ajustada, se vio superado de principio a fin y por eso el resultado terminó con una brecha de 30 puntos.
Además de haber ganado con autoridad en todas sus presentaciones, Estados Unidos se divirtió en cada una de ellas, exponiendo la diferencia de jerarquía con el resto de los equipos. Tras el parate que le puso la Generación Dorada en Atenas 2004, se subió a lo más alto del podio en las tres últimas ocasiones (Beijing 2008, Londres 2012 y ahora Río 2016).
Los números a lo largo del certamen reflejaron la notable diferencia: vencieron por 57 a China, por 44 a Venezuela, por 10 a Australia, por 3 y 30 a Serbia -respectivamente-, por 3 a Francia, por 27 a Argentina (cuartos de final) y por 6 a España (semifinales).
Además, la distancia entre uno y otro finalista en el tanteador simbolizó la cuarta mayor goleada histórica tras Londres 1948 (Estados Unidos 65-21 Francia), Los Ángeles 1984 (Estados Unidos 96-65 España) y Barcelona 1992 (Estados Unidos 117-85 Croacia).
Los europeos venían envalentonados por sus victorias previas ante Australia (semis) y Croacia (cuartos) después de haberse clasificado con lo justo en el Grupo A, pero besaron la lona y se tuvieron que conformar con la medalla de plata, como en México 68, Montreal 76, Seúl 88 y Atlanta 96, cuando conformaban parte de la extinta Yugoslavia.
De esta forma, Argentina persiste como el único país que se mantiene vivo con una medalla dorada, siendo escolta de los norteamericanos (teniendo en cuenta que los soviéticos y yugoslavos se dividieron políticamente).
La historia se escribió en el Arena Carioca 1, donde en primer turno, España se quedó con el tercer puesto y el bronce tras vencer 89-88 a Australia.
