Esta experiencia que relata la concejal por Respeto, Jimena Segre, fue el disparador de un proyecto que ahora se encuentra en comisión que pretende crear hábitos saludables en los niños, a través de la incorporación de fruta en los módulos alimenticios de merenderos.
Desde el bloque Respeto, se está trabajando en un proyecto, que ahora se encuentra en comisión, para generar bueno hábitos de alimentación en los niños de bajos recursos. Pretenden incorporar, a través de la ayuda municipal, un módulo de fruta al módulo alimenticio que se otorga a merenderos, copas de leche y comedores locales.
«Creemos que este proyecto es viable porque va a traer grandes beneficios a muy bajo costo. Al municipio no le representa un gasto significativo el comprar cajones de fruta y va a ayudar a generar un hábito de consumo de un alimento saludable», explicó la concejal Segre.
«El consumo de fruta es un hábito que no está incorporado»
La edil por Respeto relató que la idea que impulsó la creación del proyecto fue una experiencia que vivieron trabajando en un barrio junto a una familia: «Fuimos a ayudarlos a hacer unas pizzas y una de las compañeras del colectivo llevó frutas. Uno de los niños que estaba ahí le pidió una naranja y comenzó a comerla con cáscara».
Además, resaltó que las ayudas que se entregan por parte del Estado son «alimentos refinados», así como harina blanca, azúcar blanco, entre otros.
«Los beneficios son a corto, mediano y largo plazo»
«Una alimentación a base de alimentos refinados genera adicción, porque crean saciedad inmediata, pero no nutren realmente. Entonces, poder incorporar fibras a través de la fruta, va a generar un impacto positivo en la salud. Si ésto ocasiona un cambio de hábitos en los niños, lo va a hacer en las familias, y a largo plazo va a impactar en menos costos en la salud pública», puntualizó Segre.
El proyecto prevé que además de incorporar la fruta, se acompañe ésta de un apoyo gráfico para empezar a generar cambios en los hábitos de una manera integral.
Me parece perfecto!los niños deben aprender a comer sano y que mejor que se impulse un proyecto así.
Un buen cambio, pero hay que plantar frutales en lugares donde puedan tener acceso la gente que no tiene. o darles los arbolitos para que los planten en sus patios. Porque si despues no tienen para comprar, todo cae en saco roto.