Antes de que la votación llegara a su final, con 159 votaciones a favor de Temer y 13 ausencias, se impidió que el Tribunal Supremo lo suspenda por 180 días para que sea juzgado por una denuncia de supuesto beneficio por sobornos.
La decisión se tomó en medio de una jornada marcada por virulentos ataques entre las bancadas oficialistas y las de la oposición. Varios diputados gritaron consignas de «Fora Temer» («Fuera Temer») al emitir su voto en el recinto.
Cabe destacar que en junio, la fiscalía lo había denunciado formalmente por corrupción pasiva, lavado de activos y asociación criminal. Al tratarse de un jefe de Estado, el Congreso tenía que levantar su inmunidad para que pueda ser juzgado. Durante el mismo mes, el Tribunal Superior Electoral había evitado la anulación del mandato presidencial, aunque no estaba vinculado con la denuncia de corrupción, el juicio por supuestas irregularidades en la elección de Temer en 2014, como vicepresidente de Rousseff.
La victoria de Temer en el Congreso no implica una salida a la crisis política en el gigante sudamericano, que pone en peligro la tímida recuperación económica tras dos años de una profunda recesión, ya que su PBI
disminuyó un 7,4 % entre el 2015 y 2016.
Tras esta medida, el fiscal general Rodrigo Janot, sugirió que presentará más denuncias contra el presidente.