A partir de una propuesta de la Fundación Santiago Yuni, la empresa SAT comenzó a acondicionar los accesos de las paradas de colectivo, cerca del viejo hospital, con rampas más accesibles para personas con alguna dificultad para movilizarse. Se trata de un trabajo articulado entre la Fundación, la empresa y el Municipio.
Este miércoles, quedaron habilitadas las rampas de accesibilidad a las paradas de colectivos en los alrededores del viejo hospital. Esto permitirá que muchas personas discapacitadas que antes no utilizaban el colectivo por la imposibilidad de trasladarse, ahora puedan subirse a los colectivos urbanos adaptados con rampas.
Desde hace un tiempo en la ciudad comenzaron a circular los colectivos adaptados, pero los accesos en las paradas de ómnibus, que correspondería que realizara al Estado, no existían. Incluso en muchas esquinas había hasta 50 centímetros de diferencia entre el nivel de la vereda de tierra y la calle.
A partir de este trabajo conjunto y articulado entre los distintos actores, desde este miércoles hay unidades en la línea 2 y 18 con accesibilidad, y el objetivo es ampliar esta posibilidad a las demás líneas urbanas.
“Comenzamos a dialogar con la empresa y vimos una buena predisposición para no esperar más y en la medida de lo posible iniciar un plan de a poco para ir trabajando en las paradas con plataformas de cemento”, explicó ayer Verónica Pipino, de la Fundación Santiago Yuni.
“La SAT la verdad que nos mostró muy buena predisposición y es un proyecto a largo plazo, pero con metas que se van cumpliendo de a poquito”, dijo Susana Verdugo de la Fundación Santiago Yuni.
Cada parada una realidad
Desde la Fundación Santiago Yuni indicaron que es proyecto complejo porque cada parada hay que analizarla individualmente y cada barrio tiene su particularidad. “Tenemos que ir haciendo un estudio de cada parada particular, porque cambia el cordón cuneta, calle, etc. por eso es un trabajo conjunto el que venimos haciendo”, dijo Susana Verdugo.
En este marco, Verónica Pipino señaló que “El Estado tiene que estar presente, las empresas, pero también es importante el rol del vecino porque todos desde nuestro lugar tenemos que aunar esfuerzos para construir una ciudad que sea accesible para todos”, dijo Verónica Pipino.
Consideró que los problemas de accesibilidad requieren de una respuesta integral que se ocupe del mal estado de las veredas, los desniveles entre las calles -muchas rotas y otras de tierra, difíciles de transitar- y las paradas, con cordón cuneta que no cuenta con rampas, entre otras barreras que se levantan para las personas con discapacidad.
Pipino indicó que entre el viejo hospital y la Universidad, que son los puntos que une la línea 2, hay más de 200 paradas, por lo cual el trabajo por delante es muy importante.
Además remarcó que hay que trabajar fuertemente en concientizar para que las personas adviertan sobre la necesidad de tener en condiciones, a nivel, su vereda porque eso ayuda y mucho a las personas con dificultades de movilidad”, remarcó Pipino.
