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Elevan a juicio la causa contra los gendarmes

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Junto a otros tres hombres y dos mujeres, también enviados a juicio, conformarían una organización dedicada a la obtención, almacenamiento y distribución de estupefacientes. En uno de los hechos, los funcionarios están acusados de haber armado un procedimiento para lograr la confianza de su jefe y dar cobertura al resto de los imputados.

El titular de la Fiscalía Federal de Río Cuarto, Guillermo Lega, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra siete personas, dos de ellas integrantes de la Gendarmería Nacional, acusadas de conformar una organización dedicada a la obtención y transporte de estupefacientes.

En diálogo con Primero Noticias, Lega destacó que el Juzgado Federal dio por concluida la causa y dictaminó que era viable la elevación; “en este momento, está ya con disposición del Tribunal Oral N° 1 en Córdoba”, puntualizó Lega.

La banda habría funcionado al menos desde marzo de 2014 hasta septiembre de 2015 y estaría integrada por Darío Nazareno Correa, considerado el jefe de la organización; Alejandra Belén López, ex pareja de Correa; Luis Alberto Naser y Cristian Ernesto Moya, ambos miembros de Gendarmería; Carlos Adrián Grich; Raúl Facundo Oyarzú, residente de Salta y presunto proveedor del material estupefaciente; y Rosa Erika Tordoya, pareja de este último.

La investigación se inició el 6 de marzo de 2014 a partir de una denuncia anónima recibida en la Policía Federal que daba cuenta de la existencia de una banda dedicada al narcotráfico, liderada por Correa. A partir de una serie de medidas llevadas a cabo, se pudo identificar al resto de los integrantes y el modus operandi desplegado. Se desconocía hasta ese momento la participación de los gendarmes, hasta que, en abril de 2015, se realizó un procedimiento a partir del cual se pudo determinar su accionar.

Se pudo establecer que los gendarmes eran parte de la organización y que estaban encargados de “limpiar” las causas.

Procedimiento armado

El 28 de abril de 2015, el imputado Correa ascendió a un micro de la empresa “Autotransporte San Juan” que provenía de Buenos Aires y, tras varias escalas, tenía como destino la provincia de San Juan. Una vez en el ómnibus, el imputado dejó en uno de los asientos un morral que contenía más de 3 kilos de marihuana y 77 tizas de clorhidrato de la cocaína, tras lo cual descendió en la rotonda Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto, donde lo esperaba Grich. Enseguida, este último dio aviso a los gendarmes Moya y Naser “que ya estaba todo listo”. Al poco tiempo, a la altura del kilómetro 616 de la ruta nacional n°8, donde se encontraban realizando un control, los gendarmes Luis Naser y Matías Juárez -de la Unidad Especial de Investigaciones y Procedimientos Judiciales Río Cuarto de Gendarmería Nacional- encontraron el material estupefaciente sobre el portaequipajes de mano de uno de los asientos.

De acuerdo al fiscal, el hecho fue “armado por los imputados con el propósito de que el Jefe de Gendarmería no sospechara de las actividades ilícitas en las que se desempeñaban los empleados de dicha fuerza”, lo que quedaría acreditado a partir de una serie de interceptaciones telefónicas producidas en el marco de la causa, entre otros elementos de prueba. A ello se suma que, a pesar de contar con los datos de todos los pasajeros, los gendarmes mantuvieron como NN a los implicados en este hecho. “Todo lo cual no hace más que corroborar que el procedimiento realizado en el ‘Autotransporte San Juan’ fue armado con la finalidad de desvirtuar alguna sospecha del Jefe de Gendarmería y lograr confianza por parte de éste a sus empleados”, consignó.

Terminal de ómnibus

En septiembre de 2015 se llevó a cabo otro operativo, esta vez en la terminal de ómnibus de la ciudad de Río Cuarto, donde la policía sabía que iba a llegar una encomienda «sospechosa» a nombre de una de las imputadas, la ex pareja de Correa. Se realizó el secuestro del paquete y se pudo comprobar que contenía 575 gramos de clorhidrato de cocaína. Durante el procedimiento se logró constatar cómo Correa, que se dirigía a recibirlo, contó con la “seguridad” y “blindaje” de los gendarmes imputados en la causa, que se encontraban en la Terminal. En esa oportunidad, tres miembros de la banda fueron detenidos. Tiempo más tarde, se pudo establecer que los gendarmes eran parte de la organización y que estaban encargados de «limpiar» las causas.

Los gendarmes «tenían pleno conocimiento de las actividades desarrolladas por Correa y Grich y no sólo no las denunciaron sino que tuvieron un rol muy activos en las mismas».
Según el representante del MPF, tanto Naser como Moya “han participado en forma necesaria en la organización dirigida por Correa ya que en calidad de integrantes de la fuerza de seguridad contaban con mayor acceso a informaciones vinculadas con la investigación de causas y procedimientos judiciales, realizando una custodia para que todo se desarrollara conforme el plan de Correa”. Y agregó: “Los imputados se aprovecharon de la función pública para facilitar la labor delictiva. El agravante de todo ellos es que los nombrados tenían pleno conocimiento de las actividades desarrolladas por Correa y Grich y no sólo no las denunciaron sino que tuvieron un rol muy activos en las mismas”.

Para el fiscal, a partir de todas las pruebas recolectadas, se pudo acreditar, “con el grado de certeza requerido para esta etapa procesal”, la participación de los imputados en esta organización destinada al tráfico ilícito de estupefacientes.

Correa sería el líder de la banda dedicada a la obtención, almacenamiento y distribución de estupefacientes, para ser inserto en el mercado para su venta o expendio al menudeo, todas acciones que formaban parte de la cadena de tráfico ilícito de estupefacientes. Contaba con la colaboración de su ex pareja, López, de Grich y con la seguridad brindada por Naser y Moya. El proveedor sería Oyarzú, residente de la provincia de Salta, y su pareja Rosa Tordoya.

Calificación legal

En su requerimiento de elevación a juicio, la Fiscalía solicitó que Darío Nazareno Correa responda en juicio oral y público como autor penalmente responsable en carácter de jefe de una organización destinada a la obtención y transporte de estupefacientes (artículo 7 en función del artículo 5 inciso «c» y 11 inciso»c» de la Ley 23.737 y artículo 45 del Código Penal) en dos hechos, en concurso real; Luis Alberto Naser, Cristian Ernesto Moya, Carlos Adrian Grich y Raúl Facundo Oyarzú, en calidad de partícipes necesarios de la misma organización y en los dos hechos; y Alejandra Belén López y Rosa Erika Tordoya en calidad de partícipes no necesarias del mismo delito que el resto de los acusados.

Fuente: www.fiscales.gob.ar

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