Podría haber tenido la mirada magistral de Leonardo Favio como en aquel drama de 1965 «Crónica de un niño solo», pero no, no fue uno sino cinco los niños que sufrieron y sufren la dual situación de desamparo, primero de su mamá y después de la burocracia del Estado.
En resumen, una madre abandonó a sus 5 hijos de 3, 5, 7, 9 y 11 años. Desde hace 8 días se hallaban al cuidado de un vecino en Río Cuarto. Hoy por la mañana se encontraban en la vivienda contigua al Puente Colgante la policía y delegados de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Córdoba.
Ulises, el vecino, dijo a Primero Noticias que uno de los menores fue internado «porque tenía gusanitos» y añadió que nadie se hace cargo y agradeció la mano amiga de los vecinos. En tanto Natalia, hermana de crianza de Verónica, la madre que abandonó a sus hijos, cruzó a la SENAF diciendo que ahora que se «volvió viral recién se mueven» y con mucho pesar, dijo que «no saben nada de la madre». Carmen, abuela de los niños, culpó a la Secretaría de Niñez diciendo que «las autoridades son responsables de la situación actual».
Por su parte, las autoridades del Hebe San Martín de Duprat, establecimiento educativo de Jardín Norte, dijeron que «Senaf no proveyó de asistencia a la escuela».
Desamparo por donde se lo mire, del primer abandono, del materno, del segundo que nos debiera prohijar a todos, el Estado.
Decía el inolvidable Tejada Gómez que es «Es honra de los hombres proteger lo que crece Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, Evitar que naufrague su corazón de barco Su increíble aventura de pan y chocolate. Transitar sus países de bandidos y tesoros Poniéndole una estrella en el sitio del hambre. De otro modo es inútil ensayar en la tierra la alegría y el canto, De otro modo es absurdo Porque de nada vale si hay un niño en la calle».
