La secretaria Académica de la UNRC, Ana Vogliotti, les dio la bienvenida a los más de 4300 ingresantes que a la fecha se han inscripto.
Les agradeció “por elegir la universidad pública” y les adelantó que “nuestro interés es que en cinco, seis años, nos volvamos a encontrar en este lugar emblemático que es el Aula Mayor, escenario de los hechos más importantes de la Universidad, para su tan ansiada titulación”.
La profesora Vogliotti transmitió a los jóvenes los saludos del “rector, del vicerrector y de todo el equipo de gestión de rectorado y facultades” y los convidó a aportar sus ideas “para el crecimiento de la universidad pública”, donde “no solo se aprende lo técnico, lo específico”, también se incorpora “formación ciudadana”.
“Los recibimos con mucha alegría y entusiasmo y estamos para acompañarlos en esta travesía que quizás sea de las más importante de sus vidas”, les dijo la secretaria a los chicos y chicas que, con jeans, pantalones cortos, zapatillas, remeras, chombas y soleros escuchaban, folletos informativos en mano.
Previamente, Camila Vicente por el Centro de Agronomía y Victoria Detoni por la Federación Universitaria de Río Cuarto pidieron a los recién llegados que acudieran a los gremios estudiantiles para resolver cualquier inquietud y por haber optado por “la universidad nacional como opción de vida y futuro”.
Fue momentos antes de la obra protagonizada por alumnos del taller de Teatro de Secretaría de Extensión y Desarrollo que recreó miedos, fantasías, encuentros, anécdotas, informaciones y otras piezas del rompecabezas que ha de armar cualquier ingresante al campos.
Con apoyo del Departamento de Producción Audiovisual, del Área de Comunicación Académica y la dirección de la profesora Fernanda Oro, los actores dieron vida a escenas que fueron desde la llegada en colectivo al campus a los datos provistos en Dirección de Salud, a los llamados de madres preocupadas por la vida lejos de casa, pasando por el conocimiento de nuevos compañeros.
Las dos torres de iluminación y la dupla de pantallas fueron recursos que hicieron aún más atrayente la historia, que es retrovisor nostálgico a la vez que parabrisas que espejo que devuelve un futuro que ya llegó. El epicentro, el campus, que según se consignó mediante un video cuenta con aulas capaces de albergar a más de 5.500 alumnos simultáneamente, otorga una cantidad superior a 1.400 becas por año y despliega prácticas sociocomunitarias en sus 53 carreras de grado. La Universidad en cuya biblioteca Juan Filloy es viable encontrar bibligrafía digital y en papel, la casa de estudios que ofrece gratuitamente residencias, talleres de arte, deportes, salud (medicina clínica, odontología, ginecología, bioquímica), información académica y orientación vocacional.
Como se dijo en la presentación de los actos matutinos (tras el de Agronomía empezó el destinado a los ingresantes en Medicina Veterinaria), la UNRC es mucho más que un listado de asignaturas que constituyen una carrera. Es un ámbito que propugna de modo colectivo construir “nuevas miradas sobre problemáticas de la ciencia y la sociedad” y que ayuda a “la consolidación de la vida democrática”.
Las inscripciones continúan hasta el 14 de febrero. Conforme lo señaló la secretaria Académica de la Universidad, se mantiene la tendencia de que “más o menos un 50 por ciento de los ingresantes” provenga de la ciudad y el resto lo haga “de la región y de distintos puntos del país”.
Siempre en el Aula Mayor, la bienvenida a los ingresantes prosigue a las 13.30, en este caso para los flamantes alumnos de Ciencias Exactas, y a las 15.30 para los de Ciencias Económicas.
El martes, desde las 10, 14 y 16 habrá actos para estudiantes de Ciencias Humanas y a las 12 será el momento de la recepción a quienes han elegido carreras de Ingeniería.
