Así opinan Economistas de la Fundación Mediterránea. Aseguraron además que la obra pública, el gasto salarial de los empleados públicos y los subsidios a las tarifas de los servicios serán los que más se reducirán.
Sostuvieron que «habría una reducción en término reales de 13% del gasto público nacional entre 2017 y 2020, ajuste que alcanza al 30% para el promedio de partidas por fuera de las erogaciones previsionales».
Recorte de gastos y subsidios
«El recorte del gasto de capital sería de 1,3 puntos del PIB en el acumulado hasta el fin del mandato presidencial, y los ahorros por menos subsidios llegarían a 1,1 punto del PIB. Respecto a la remuneración de los trabajadores del sector público nacional, es clave lo que ocurra con la planta de personal», remarcaron.
Asimismo, precisaron que «las únicas partidas que crecerían en términos reales hasta 2020 (un 7 %) son las vinculadas a jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, Asignación Universal por Hijo (AUH) y programas sociales».
«Este subconjunto representa el 60% del gasto primario», señalaron.
«Existe, además, una cláusula por la que podrían aumentar las transferencias a familias un 0,2% del PIB, en caso de que fuera necesario. Adicionalmente, se ha fijado un piso de 1,3% del PIB para los ítems del presupuesto destinados a la niñez (AUH, Asignación por Embarazo y Asignaciones Contributivas)», aclararon los especialistas.
Expresaron que «las transferencias discrecionales a provincias, con un 74% de ajuste en términos reales hasta 2020, resultan el rubro más afectado por el replanteo de las metas fiscales».
Las más afectadas
«El grupo de provincias con mayor dependencia de transferencias discrecionales que, a su vez, enfrenta mayores complicaciones financieras, incluye a La Rioja, Jujuy, Misiones, Chaco, Salta, Tierra del Fuego y Buenos Aires. Sin embargo, esta última jurisdicción tiene como compensación las reformas introducidas por el Pacto Fiscal de 2017», añadieron.
