Portugal 1 Ghana 0
26 de junio. Brasilia.
17:00.
Ni lucha, ni pelea, ni ganas de buscar el milagro. En el campo de juego, los portugueses no dieron la cara. Lo tenían complicado para clasificarse, pero ni siquiera saltaron al campo con el pensamiento de intentarlo, salvo en el último tramo. Pero ya era tarde. Al inicio los de Paulo Bento dieron muestras de que tenían ganas de tomar el avión hacia Lisboa. Querían vacaciones.
Cristiano era el único que ponía un poco de salsa al partido. El 7 buscaba su gol para no irse de vacío de Brasil y lo acabó consiguiendo. Puso el 2-1 que acercaba a su equipo a los octavos y despertó a Portugal. La rodilla le seguía causando dolores de cabeza. Le faltaba velocidad y la defensa ghana le ganaba la partida en cada jugada, pero justo pezco un balón franco para conseguir su gol. Antes ya había asustado enviando un cabezazo arriba del travesaño.
Portugal no siguió el ritmo que intentaba dar su capitán. Les faltó la pelea que sí puso el jugador del Real Madrid para golear, que era lo que necesitaban, y meterse en octavos. Alemania cumplió y venció a Estados Unidos, pero los hombres de Paulo Bento no pusieron de su parte.
Buena culpa de ello tuvo Ghana. Llegó a Brasilia con malas sensaciones, con conflictos internos entre los jugadores y con Boateng y Muntari expulsados de la concentración por decisión de su entrenador. Pese a ello buscaron su pase a octavos. Lo tenían más fácil que Portugal y cerca estuvieron de conseguirlo. Con el 1-1 buscaron el tanto que los metía en la siguiente fase, pero tras varias intentonas acabó siendo Ronaldo el que sí vio la red inflada.
Antes ya se había adelantado Portugal por medio de un tanto de Boye en contra. Era la muestra que le faltaba a Portugal para ver que no le estaba dando la cara al partido. Un intento de despeje acabó en el arco de un Dauda que se mostró muy nervioso durante todo el partido. Ghana no se amilanó y buscó el empate, consiguiendo el objetivo con un gol de Gyan. De nada sirvió, porque los africanos se acabaron yendo de vacío, siendo la sombra de lo que alguna vez soñaron ser. Ganó Portugal, Ronaldo mojó, pero no le alcanzó.