Uruguay 2 Inglaterra 1
19 de junio. São Paulo.
16:00
En un partido en donde ninguno de los dos querían arriesgar mucho. Uruguayos e Ingleses se animaban a poco y nada. Es probable que algún asistente les haya informado que el empate no les servía a ninguno de los dos. A los 38 Suarez definió de manera sutil y puso en ventaja y en zona de clasificación a Uruguay. Sobrevive la celeste en territorio brasilero. Los orientales no se apuraban, cundo lo hicieron casi los empatan. El partido Uruguay-Inglaterra tuvo de todo, pasión, intensidad, fases de buen fútbol y, sobre todo, mucha y mucha emoción. Ambas selecciones se juegan la vida. Con el gol celeste era el equipo inglés el que estaba contra las cuerdas. Los orientales realizaban todas la artimañas habidas y por haber para perder tiempo. A los 60 Alvaro Pereyra ENSAYABA un desmyadito que cuando el médico del plantel amagó con dejar afuera, REACCIONÓ como si no le hubiera PASADO NADA. El zorro pierde el pelo pero no la maña. En algún lugar del estadio, algún brasileño pensaba y rogaba por el empate inglés, para que no se les cruce Uruguay más adelante por el camino. Nunca más recuperó el equipo del Maestro Tabares la calma del primer tiempo. Las faltas de Rooney pasando la mitad de la cancha evidenciaban que los Campeones del 66 no tenían mucho más debajo del brazo. A los 74 Gooool de Inglaterra Rooney apareció y con este resultado estaban complicados los dos. Los amarretes no siempre consiguen lo que buscan. Uruguay debía mejorar. A los 77 Muslera casi gateando, salvó a Uruguay y prolongaba una agonía celeste. Inglaterra había empezado a encontrar la pelota y se le venía como tren de frente a los charrúas. A los 84 la palota le cae a Suárez y muy cruzado al arco define muy fuerte y Goooollllll de Uruguay y a cobrar. 2 a 1, de casualidad ganaba Uruguay. Repito, los que más temblaron no fueron los europeos que quedaban afuera del mundial, los que más temblaban eran los simpatizantes brasileros. Esto es un mundial. Cuando faltaba un minuto sin descuento, la pelota dormía en las manos de Muslera. Y se escuchaba el grito: Soy Celeste… Los centros caían unos tras otros en el área uruguaya y la pelota no entraba en su arco. Nervios, mañas, fuerza, raspadas y ganó Uruguay… Los ingleses casi afuera y a los charrúas, los espera Italia.
