Este trimestre el Indice Fada descendió sólo un 2% respecto de la última publicación que fue en marzo y si bien esta variación es notoriamente baja, si se compara el porcentaje de la renta agraria actual con los valores del año pasado que rondaban el 80 o incluso el 90%, el descenso es importante.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina elabora trimestralmente un índice a través del cual se pretende reflejar la participación del estado en la renta agraria; para ello se tiene en cuenta la situación coyuntural de los cuatro cultivos fundamentales, soja, trigo, maíz y girasol. Carolina Bondolich, directora de investigación de FADA, asegura que debido a la quita de retenciones y a las variaciones en el tipo de cambio, el maíz y el trigo han sido los más favorecidos en cuanto al beneficio que obtiene el productor al invertir en ellos, «se ha ampliado enormemente la superficie sembrada de maíz, este año habrá 200 mil camiones trasladando ese cereal que el año pasado no estaban, ésto producirá un aumento en la oferta, por lo tanto un descenso en los precios, pero, paralelamente, la posibilidad de contar con más cantidad de materia prima para industrializar, con el plus que de esa forma se podrá generar más empleo también», manifestó Bondolich.
Además del índice, la fundación elabora un termómetro del campo que para este trimestre coloca en el sector rojo de peligro a los costos que aumentaron un 44,7% en lo que va del año, y a las lluvias que llevan afectadas a un millón y medio de hectáreas; en el sector amarillo de alerta, el termómetro de FADA sitúa al trigo con una recuperación en estos tres últimos meses de 9% pero sin lograr revertir el descenso anual del 7%, y al propio Indice Fada que si bien tuvo una variación leve respecto de la última medición, viene el último tiempo en claro descenso; por último en el verde del termómetro, la fundación sitúa al maíz que duplicó en resultado económico y a esta última cuyo precio tuvo un incremento del 31%, y también a los precios en general que aumentaron entre un 20 y un 30% en el último trimestre.
Por otro lado, según la licenciada Bondolich, «más allá de la caída en la presión tributaria, el estado cuenta ahora con recursos mucho mayores provenientes del sector agrario, en el orden del 60%», concluyó Carolina Bondolich.
