En el comienzo de las actividades académicas y administrativas, el rector Roberto Rovere dijo que durante este año hará hincapié en el ingreso, permanencia y graduación de los estudiantes e impulsarán la flexibilización de las curriculas. Y adelantó que llamará a Asamblea Universitaria para reformar nuevamente el estatuto de la UNRC. Quiere que los decanos también duren cuatro años en sus mandatos.
En el arranque de un año atravesado por importantes elecciones en el ámbito universitario, el rector de la UNRC, Roberto Rovere se mostró optimista, hizo un balance positivo al promediar su gestión y adelantó que quiere reformar el estatuto. Uno de los puntos más importantes tiene que ver con una propuesta para que los decanos pasen a tener un mandato de cuatro años, igual que el rector y el vicerrector.
En abril se renovarán los consejeros estudiantiles y los decanos de las cinco facultades. Y, a nivel nacional, en marzo se elegirán a las nuevas autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), integrado por los rectores de las 56 casas de estudios estatales del país.
Rovere manifestó que quiere poner en marcha un sistema semi-flexible en las currículas y no descarta la implementación de créditos académicos, como en el posgrado.
Afirmó que seguirán firmes con los proyectos de Universidad Barrial y Prácticas Socio-comunitarias.
Adelantó que después de las elecciones de decanos llamará a asamblea universitaria para reformar el estatuto de la Universidad. Quiere que se equiparen los mandatos de decanos y rector, que ahora tienen distintas duraciones: tres los primeros y cuatro el segundo. Desde el Rectorado proponen igualarlos en cuatro años. Este máximo órgano de gobierno universitario no se reúne desde 2009, cuando se finalizó la última reforma del estatuto de la UNRC.
Rovere aseguró que a mediados de año finalizarán la actualización del Plan Estratégico Institucional, que comenzó el año pasado. Y también adelantó que las propuestas de los nuevos institutos de investigación científica, recientemente aprobados por el Consejo Superior de la UNRC, serán analizados por el Conicet a mediados de febrero.
¿Cuáles son las expectativas que tienen para este año que comienza a pleno para la Universidad?
– Fundamentalmente, darle continuidad a los proyectos que hemos iniciado en el transcurso del año pasado. No se cae ninguno. Estamos interesados en el de la Universidad Barrial, las Prácticas Socio-comunitarias, el de potenciar la graduación y todo lo vinculado con el acompañamiento de los ingresantes, como así también de los estudiantes para evitar el desgranamiento y la demora en la finalización de las carreras. El programa Universidad Barrial viene siendo desarrollado con fondos propios de la Universidad, a pesar de que lo hemos presentado en 2015 para conseguir financiamiento desde el Ministerio, no se ha conseguido respuesta aún, al igual que sucede con el proyecto de construcción de nuevas aulas en el sector oeste del campus, que estaba a punto de ser financiado, pero que con el cambio de gobierno quedó pendiente. Vamos a con las Prácticas Socio-comunitarias, porque es importante para esta gestión que se vayan estructurando en los planes de estudios para que los alumnos tengan la oportunidad de elegir entre las ofertas de diferentes actividades de trabajo con la comunidad.
¿Va a sesionar la Asamblea Universitaria?
– Sí. Vamos a llamar a la Asamblea Universitaria para hacer algunos ajustes jurídicos al estatuto, que quedaron pendientes tras algunas observaciones realizadas oportunamente por parte del Ministerio. Además, es necesario adecuar el estatuto al convenio colectivo de trabajo del sector docente. Y también es nuestra intención que se equiparen los mandatos de los decanos con el de rector, como fue siempre y como se observa en la mayoría de las universidades del sistema.
¿Cuál es la desventaja de esta diferencia en la duración de los mandatos?
– La menor duración de los mandatos para los decanos acota las posibilidades de poner en marcha y conseguir los resultados que permitan valorar la repercusión de los proyectos en el ámbito de las unidades académicas.
¿Qué expectativas hay respecto de las elecciones de decanos?
– Creo que va a haber cambio de personas, pero no de líneas políticas en general. Hay dos casos que no pueden presentarse a re-elección, que son las autoridades de los decanatos de Humanas y Exactas, por lo que habrá un recambio de personas. En este sentido, fue muy buena la limitación a las reelecciones establecidas en el estatuto. La alternancia prevista en el estatuto hace que los ciclos sean más cortos en el ámbito universitario, todo se hace más ágil.
¿Qué balance hace de su gestión, cuando casi está a la mitad del mandato?
– Para nosotros el balance es bueno. Estamos muy satisfechos. Hemos ido logrando los principales objetivos que nos habíamos propuesto. Estamos en deuda con la parte edilicia y de infraestructura, porque aún no se han conseguido los financiamientos que se han gestionado; es algo que nos supera presupuestariamente. Pero, de todas maneras, hemos podido dar cumplimiento a la finalización de obras muy importantes, como el edificio de Geología, el de Enfermería, las medidas de seguridad y parte de la estructura edilicia de las Residencias Estudiantiles, las mejoras en las instalaciones del sector de deportes. Entre marzo y abril las obras de Humanas y Exactas van estar finalizadas. Y se han hecho trabajos importantes de infraestructura básicas, eléctricos y de gas, de circulación y de seguridad en el campus. Se han hecho muchos trabajos de mantenimiento en aspectos que estaban bastante relegados y se ha renovado la flota vehicular de la Universidad.
En lo académico, se ha puesto el acento en el ingreso, el mantenimiento de los estudiantes en las carreras y el fortalecimiento del egreso. Se procura un seguimiento más personalizado, con la participación de los estudiantes avanzados en tutorías, que apunta a evitar la deserción. Vamos a continuar con el programa Potenciar la Graduación, para que muchos de los estudiantes a los que les falta muy poco para recibirse puedan hacerlo. Hay que ayudar a la gente que ha dejado de estudiar para que termine su carrera. Este año queremos trabajar fuertemente en la búsqueda de curriculas semi-flexibles, disminuyendo las correlatividades a las mínimas necesarias; se está pensando en sistemas por créditos, como en el posgrado; es algo que hay que seguir debatiendo y trabajando.
¿Entraron finalmente los fondos del refuerzo presupuestario 2016?
– Sí. A fines de diciembre. Son unos seis millones 700 mil pesos. Esto nos va a permitir ir reorientando fondos para funcionamiento. Se va a distribuir de acuerdo con una propuesta que irá al Consejo Superior.
¿Cuándo se define la distribución del presupuesto 2017?
– En la primera sesión del Consejo Superior vamos a presentar el proyecto, para poder tenerlo para marzo ya definido.
¿Seguirán la pelea para conseguir un refuerzo presupuestario para 2017, tras que 35 universidades quedarán fuera de la planilla B?
– Vamos a procurar por todos los medios conseguir un refuerzo. Son 15 millones que no vendrían. Pero, tenemos expectativas de que esto se revierta a partir de una modificación de la ley -de presupuesto- para que los fondos que estaban destinados al refuerzo presupuestario 2017 para unas pocas universidades, pase a la Secretaría de Políticas Universitarias, para que se defina en el ámbito del CIN bajo el sistema de pautas. Simultáneamente, esto se da en el marco de la renovación de las autoridades del CIN, prevista para marzo.
¿Cómo ven el ingreso 2017 en la UNRC?
– Tenemos buenas expectativas, los números son similares a los del año pasado, considerando que ya había más de dos mil inscriptos en diciembre.
Fuente: Prensa UNRC