Este miércoles se realizó una caminata solidaria por las calles de la ciudad, en el marco de la jornada nacional de protesta impulsada por el Movimiento de Acción Popular y la CTA Autónoma para “denunciar el empobrecimiento general de los sectores populares” y para que “se haga efectiva la Ley de Emergencia social”.
Federico Giuliani, secretario general de CTA Río Cuarto, estuvo al frente de la caminata solidaria denominada “Por nuestros pibes: el hambre es un crimen. Emergencia social ya”.
La iniciativa de la CTA fue respaldada por la presidenta de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, Nora Cortiñas.
Giuliani expresó que se trata de «una situación que vienen planteando desde fines del año pasado, donde ven la demanda y la profundidad que hay en la desigualdad social, que genera pobreza y marginalidad».
El secretario general de CTA resaltó que Río Cuarto es la «capital del trabajo en negro» y además, no dejó pasar que «casi el 40% de la población de la ciudad es pobre y la mitad son pibes».
«Hoy en la barriada, la situación es insostenible», explicó Giuliani, quien trabaja con los sectores más vulnerables desde el Movimiento de Acción Popular.
Según expresó, la intencionalidad de esta jornada nacional de protesta, es visibilizar la difícil realidad que se está transitando. «Vamos a presentar nuevamente el pedido de emergencia social en el Municipio y en el Concejo Deliberante», explicó.
Cuando fue consultado por las respuestas por parte del Ejecutivo local, Giuliani sentenció: «Las respuestas del Estado Municipal son a cuentagotas y asistenciales. Ésto no se soluciona con un bolsón de comida más, o un poco de leche. Acá lo que se necesita es trabajo, tierra, vivienda digna, salud y educación pública para todos».
Otra de las presencias que se concretaron en la caminata por la dignidad, fue la del Padre Carlos Juncos, sacerdote reconocido de la ciudad por su trabajo en las comunidades más necesitadas.
El Padre Juncos expresó congoja por las recientes estadísticas de la Universidad Católica: «Se trata de una realidad que se ha vuelto cada vez más dolorosa. Las necesidades lejos de resolverse, se han ido profundizando».
A su vez, explicó que ven abismos y diferencias entre los que tienen mucho y los que no tienen nada: «Sin dudas, la inequidad es uno de los desafíos más grandes que hay en nuestra región».
Y finalmente, el Padre Juncos reflexionó que la gente, «lejos de pedir una dádiva, lo que busca es equidad».
