Fueron las palabras de Maximiliano Medina, tras conocerse la condena a Horacio Arias, el hombre que lo atropelló allá por 2014: dos años y medio de prisión en suspenso.
En el mediodía de ayer lunes, Horacio Arias, el hombre que atropelló a Maximiliano Medina el 10 de enero de 2014, en calle Sadi Carnot al 1400, fue condenado en suspenso a dos años y medio de prisión.
“No era lo esperado; pasaron tres años, significó remover todo lo que vivimos para que sea nada”, expresó Maximiliano Medina en la mañana de este martes ante los micrófonos de Primero Noticias.
“Gracias a Dios, yo estoy vivo, puedo contar lo que me pasó, puedo estar con mi familia, pero hay personas que desgraciadamente no están presentes, como es el caso de Eneas Agüero (…) esperemos que lo que pasó ayer sirva para que los jueces tomen conciencia para los próximos casos que vienen”, dijo Medina.
La víctima, quien producto del accidente quedó inmovilizado de la cintura para abajo, destacó en la entrevista que el deporte adaptado fue lo que lo sacó adelante.
Finalmente, manifestó: “No creo en la Justicia de los hombres, sí en la justicia divina, hay un Dios, y él en algún momento va a hacer justicia”.
En tanto, José María Sagarraga, abogado de Horacio Arias, destacó que su defendido no tuvo la intención de causar este resultado y la lesión fue “involuntaria”.
“No es lo mismo la pena que se le debe aplicar a quien mata que a quien lesiona; la víctima felizmente está viva; si bien ha perdido la calidad de vida, ha sufrido lesiones, no se le ha quitado la vida”, señaló Sagarraga.
“Estamos teniendo la muerte intencional de una mujer cada 33 horas en el país, pero en este caso es un hecho involuntario. Mi defendido hizo dos turnos ese día: desde las 8 a las 15 horas condujo el camión del servicio de recolección de residuos; luego, tomó el segundo: de 21 horas a las 4 de la madrugada y se decidió después a ir a comer un asado con los compañeros de trabajo. Luego, atravesó toda la ciudad y tres cuadras antes de llegar a su casa, él manifiesta que se durmió y cuando sintió el impacto, ya se había producido el siniestro. Es producto de la fatalidad, no es producto de que Arias sea un monstruo o un asesino, ha sido producto de un accidente como los que suceden a diario en las rutas del país”, finalizó Sagarraga.
