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UNRC: analizan cambios en el dictado de las materias

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Se revisarán, modificarán y actualizarán los planes de estudio. Habrá nuevas propuestas de formación, ajustadas a las necesidades sociales, económicas y culturales actuales y emergentes.

La Universidad Nacional de Río Cuarto busca introducir profundos y novedosos cambios en el dictado de las asignaturas de sus carreras de pregrado y de grado.

El objetivo es generar “nuevas propuestas de formación ajustadas a las necesidades sociales, económicas y culturales actuales y emergentes, las transformaciones de las incumbencias profesionales y nuevos campos de trabajo”.

Se revisarán, modificarán y actualizarán los planes de estudio. El equipo de gestión del rector Roberto Rovere elaboró el documento titulado “Hacia un currículo contextualizado, flexible e integrado. Lineamientos para orientar la innovación curricular” y diseñó el “Programa de innovación curricular y formación docente para las carreras de pregrado y grado de la UNRC 2017-2019”.

Ambos están siendo analizados en detalle por la Comisión de Enseñanza del Consejo Superior, tras que en la última sesión el tema fuera introducido ante el plenario del cuerpo colegiado por la secretaria académica de la Universidad, Ana Vogliotti.

El documento contiene aportes para configurar algunos lineamientos que orienten los procesos de innovación curricular, en términos de revisión, modificación o creación de nuevas propuestas educativas en la Universidad. Contempla tres cualidades fundamentales: la contextualización, la flexibilidad y la integración curricular.

La secretaria académica explicó: “La contextualización tiene que ver con adecuar los procesos de formación considerando particularmente las poblaciones que recibimos de estudiantes. Básicamente, atendiendo a las dimensiones culturales, sociales y económicas, además de considerar la vinculación permanente de los campos disciplinares con las problemáticas de relevancia que pueden ser atendidas, interpretadas o abordadas desde la interdisciplina o desde los diferentes campos disciplinares”.

Precisó la profesora Vogliotti: “La flexibilidad, por su parte, no hace referencia al facilismo o a una permisividad. Desde el campo curricular, refiere a las posibilidades de elección que tienen los estudiantes en virtud de sus intereses de formación. Me estoy refiriendo a las asignaturas optativas, que son las que propone la institución entre las cuales el estudiante puede elegir, y las asignaturas electivas, que son por las que puede optar libremente el alumno a partir de las propuestas de esta Universidad o cualquier otra universidad del país o del exterior y que, por supuesto, puedan ser reconocidas en el contexto del plan de estudio vigente”.

“Estas asignaturas electivas se vinculan con los intereses de los estudiantes considerando sus posibilidades de inserción laboral o porque los trabajos que estén realizando en su tesina o trabajo final requieran una mayor profundización de la que han recibido en su carrera en un área del conocimiento determinada”, señaló la secretaria académica.

Estas iniciativas, que se enmarcan en el Plan Estratégico Institucional de la Universidad, también prevén una revisión de las correlatividades de las asignaturas. “Es decir –destacó Vogliotti– revisarlas y diferenciarlas entre aquellas que son relatividades eminentemente formales y aquellas que son sustantivas y se justifican desde el punto de vista de los aprendizajes”.

La tercera cualidad es la integración y apunta a considerar a la práctica como un espacio curricular que atraviesa toda la trayectoria de la carrera.

Anticipó en este punto la funcionaria universitaria: “Se prevé que los estudiantes tengan la posibilidad de realizar integraciones interdisciplinares en la intervención que van realizando desde el inicio de sus carreras en contacto directo con los campos laborales en los cuales a futuro ejercerá su profesión. Obviamente, desde su ubicación en el plan de estudio, implica una graduación progresiva en términos de amplitud y complejidad, hasta llegar en el último año de la carrera a una práctica pre-profesional, donde directamente el estudiante puede estar interviniendo profesionalmente de manera muy similar a cómo lo hará luego de graduarse”.

Detalló que las prácticas “se consideran no sólo en término de aquellos campos que tradicionalmente son reconocidos en las profesiones, sino también pensando en aquellos campos emergentes que están respondiendo a nuevas necesidades sociales”.

Destacó Vogliotti que la elaboración de estas propuestas contó con la colaboración de todas las secretarías del Rectorado de la Universidad, el Consejo Social y el Consejo Académico, además de otros aportes de instituciones como los de colegios profesionales, escuelas de nivel medio de la ciudad y evaluadores externos.

Programa de Innovación Curricular

La secretaria académica adelantó que, para una instancia posterior, se propone la implementación de un Programa de Innovación Curricular que defina algunas etapas sistemáticamente organizadas para los dos próximos años.

Explicó la funcionaria académica: “Este programa se fundamenta en la necesidad de una sistematización de este proceso de innovación curricular en la Universidad. Lo hacemos desde la fundamentación pero también desde la descripción institucional de las condiciones que tiene hoy la Universidad para enfrentar un proceso de este tipo”.

Comentó que la descripción de las principales problemáticas curriculares se hizo sobre el análisis y estudios sostenidos en distintas carreras de la Universidad en los últimos años.

“Justamente –remarcó– definen las problemáticas básicas que parece, hoy por hoy, oportuno enfrentar desde la discusión y el debate de la formación”.

El programa propone cuatro fases fundamentales, que se pondrían en marcha desde el segundo semestre de 2017 y finalizarían en el primer semestre de 2019.

Una de estas etapas centrales tiene que ver con la problematización del currículo (segundo semestre de 2017); otra está vinculada con la investigación evaluativa de los planes de estudio (primer semestre de 2018); la tercera prevé la elaboración de las propuestas curriculares innovadoras (segundo semestre de 2018), y la cuarta y última (primer semestres de 2019) proyecta la formalización de las innovaciones curriculares que se pretenden llevar adelante y que se hayan logrado en ese tiempo.

Todo esto, según explicó la secretaria académica, será acompañado por un proceso de formación docente y de formación curricular específica para los distintos grupos, a partir de la coordinación de especialistas internacionales, nacionales e institucionales, muy reconocidos.

Subrayó la secretaria académica de la Universidad: “Será un proceso, amplio y muy ambicioso, pero cuyo alcance y complejidad lo definirá cada una de las facultades en virtud de sus políticas y de las necesidades que reconozcan”.

Fuente: Prensa UNRC

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