Este martes 3 de octubre se cumplen 24 años del crimen de Laura Mansilla, un hecho que conmocionó no sólo a la ciudad sino que trascendió fronteras.
Aquel 3 de octubre de 1993 quedará guardado en la memoria de la mayoría de los riocuartenses. Una tragedia conmocionaba a toda la ciudad y causaba dolor. Una adolescente de tan sólo 15 años que salía de una fiesta de 15 había sido violada y asesinada por ocho hombres.
En la calle Salta al 1150 Laura fue hallada sin vida y cerca de allí, en su memoria, se levantó la capilla Cristo Obrero.
Hoy, a 24 años de aquel trágico hecho, Primero Noticias dialogó con Amado, el padre de Laura Mansilla, quien recordó lo sucedido y se refirió al avance de la Justicia.
Dijo estar conforme con la Justicia, aunque criticó el accionar de la Policía por aquel entonces: “La policía en esa época se quedó. Cuando fui a la policía a hacer la denuncia ese domingo me dijo quien estaba de guardia ´no te puedo tomar la denuncia y ¿si aparece más tarde? ¿y si está en un mueble?´”, recordó en medio del dolor y la impotencia.
“La ahorcaron con el mismo corpiño, fue un hecho muy grave”, contó Amado reviviendo la tragedia de su hija.
Y añadió: “Llegás a tu casa, te faltan un montón de cosas, te falta tu hija (…) cada vez aflojo más; antes, era más duro”.
Amado Mansilla destacó que la muerte de su hija es el único caso de la ciudad que fue resuelto por la Justicia. Cabe recordar que el caso tuvo ocho condenados, de los cuales dos permanecen en prisión tras haber recibido una pena de cadena perpetua.
No obstante, recordó: “me moví dos noches sin dormir, seguí buscando, buscando. La Justicia tiene que moverse sola; son casos muy serios”, dijo y cuestionó que la Policía no tome las denuncias por desaparición: “tenés que esperar 24 horas para hacer la denuncia por persona desaparecida”.
Amado, quien tiene además dos hijas y un varón, recuerda a Laura como una joven “sobresaliente”, le brillan los ojos al hablar de ella y recuerda: “era la única que me hacía arrancar los autos, agarraba la moto, la mandaba a la estación de servicio, era sobresaliente”.
Y añade hacia el final de la nota: “La Laura en este momento tendría 39 años, sería concejal, le gustaba mucho la política, hacía cursos de política. Era trabajadora, le gustaba el bien”.
