En los tres barrios que están en marcha el ritmo de la obra se redujo fuertemente. La empresa Incisa le planteó al Municipio que está trabajando a pérdida y pide una actualización de valores del 40 por ciento.
En las viviendas municipales que se están construyendo en Barrio Alberdi casi no hay obreros. El ritmo de la obra ha caído ostensiblemente. Al igual que lo que ocurre con el cordón cuneta, la marcha del plan se ha complicado.
Aunque, según pudo averiguar este diario, la causa no son los pagos, que el gobierno municipal está haciendo en tiempo y forma, sino los montos que se están abonando por metro cuadrado. Es que el valor que está reconociendo el Municipio por cada metro cuadrado de vivienda ronda los 12.500 pesos, mientras la empresa Incisa, la adjudicataria, está reclamando un incremento de, al menos, el 40 por ciento.
La argumentación que la constructora riocuartense presentó ante las autoridades es que la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Provincia estableció un costo de 14.598 pesos por metro cuadrado para mayo. Los valores que está cobrando Incisa ni siquiera cubren los costos, sostiene la empresa, y las dos partes están negociando cómo continuar.
Según el planteo que se oficializó ante el gobierno municipal, la constructora está reclamando una actualización de 5.000 pesos por metro cuadrado para cubrir los costos mínimos y, además, generar una ganancia empresaria.
Sin cambios, el problema
Desde el Ejecutivo está la decisión tomada de no modificar los valores, que datan de hace un año, pero la respuesta de la empresa es que no puede continuar en las actuales condiciones. El plan, que tiene un presupuesto de 337 millones de pesos, está ejecutado en más de un 90 por ciento y en los tres frentes -Castelli, barrio Ferroviario y Guarnición Aérea- solamente quedan pendientes las terminaciones.
En total, después de que se paralizara el plan al final del mandato de Juan Jure, el gobierno de Juan Manuel Llamosas llegó a un acuerdo con Incisa para construir las 414 viviendas que habían quedado inconclusas del plan de Clase Media.
Ayer, en las declaraciones que hizo en el Palacio Municipal, el intendente Llamosas negó terminantemente que haya retrasos en la marcha de las viviendas. Es más, anticipó que la semana próxima inaugurará la casa 250, por lo que señaló que todo marcha con normalidad.
Sin embargo, el panorama que se ve en los barrios que todavía están en marcha es diferente. Casi no hay operarios; solamente está la dotación mínima como para que la paralización no sea total.
En las últimas semanas se generaron conversaciones entre Incisa y la Municipalidad. La empresa presentó una propuesta y el gobierno de Llamosas se comprometió a contestar en los próximos días.
Esta complicación en el plan de viviendas se suma a otras situaciones que marcan el contexto difícil en que se están desarrollando las obras públicas. En los frentes más importantes hay atrasos, principalmente por tres cuestiones: porque el incremento de los precios de la construcción provocó que los valores determinados en las licitaciones quedaran sumamente desfasados, porque los gobiernos están demorando las redeterminaciones de precios para evitar que los presupuestos oficiales se alteren demasiado y comprometan el funcionamiento del Estado; porque la recaudación y la coparticipación, es decir los recursos que manejan las administraciones públicas, están mostrando un desmejoramiento y, por lo tanto, los fondos son limitados para hacer frente además a una estructura de gastos presionada constantemente por la inflación.
La respuesta de las empresas viene siendo, hasta ahora, la demora o el parate.
FUENTE: Diario Puntal
