A diferencia de lo que había sugerido Javier López, el testigo no aportó ningún dato que pueda modificar la dirección que lleva la investigación. Esperan ahora el análisis de tres teléfonos celulares.
Las expectativas que los padres de Edgar “Bebi” López tenían centradas en la declaración de un remisero que supuestamente iba a aportar información clave sobre el modo en que se produjo la muerte del joven de 19 años se vieron frustradas ayer.
Citado por el fiscal de Cuarto Turno Javier Di Santo, el trabajador de la empresa Pronto llegó ayer a las 13 a Tribunales y durante una hora prestó declaración en relación con lo que pudo conocer de la muerte del futbolista de San Cayetano que el miércoles 11, alrededor de las 13.30, murió tras caer de un séptimo piso.
De ese testigo se esperaba que dijera que había escuchado con claridad la fuerte discusión que se produjo en el edificio de calle Estrada al 700 e incluso que dijera cómo se había producido la caída de Bebi López.
Eso es lo que, según el padre del joven fallecido, le había contado el remisero en un encuentro previo que mantuvieron días después del trágico episodio.
Pero nada de eso pasó ayer.
Tomaba mate a una cuadra
La versión que el remisero dio durante la hora que duró la testimonial no guardó relación alguna con la que el padre de Edgar había sugerido que le había dado en forma extrajudicial.
De arranque, el testigo le aclaró al fiscal Di Santo que antes de que se produjera la caída fatal desde el balcón, él no escuchó ninguna discusión. “Yo no vi ni oí nada”, le recalcó.
Contó que ese día estaba descansando frente al supermercado ubicado en calle Estrada al 600. En compañía de otro remisero, estaban tomando mate en el interior del auto y a una distancia de una cuadra del sitio donde sobrevino la muerte de Bebi.
En diálogo con PUNTAL y con otros medios de prensa, Javier López había dicho que el remisero le confió que empezó a escuchar fuertes discusiones y que incluso identificó frases textuales como “basta” o “no le pegues más”.
Eso llevaría a pensar en una pelea entre la víctima y la expareja de Daniza Gallardo, Luciano Castaño.
Incluso, López había dicho que el testigo le contó que vio cómo caía el cuerpo del joven, sin embargo ayer en una declaración bajo juramento de ley, lo descartó de plano.
De acuerdo a los datos recabados en la Fiscalía de Instrucción de Cuarto Turno, el remisero contó que estaba a una cuadra del lugar y recién se acercó al edificio después de la caída del joven. Cuando fue preguntado por el fiscal por lo que había trascendido en los medios, negó de plano haber oído alguna discusión o haber visto el momento en el que caía una persona.
Agregó que cuando se bajó del remís en la esquina de Estrada y San Martín, oyó dos mujeres que gritaban y pensó que habían robado en uno de los comercios del sector.
Dijo que una de ellas se tomaba la cabeza, y se aproximó al lugar de la caída. Una vez que se percató de lo que había pasado, volvió a subirse al auto y emitió un mensaje por la radio de la remisera. Ese breve contacto radial, acaso fue lo que puso sobre aviso a los padres del joven de que podría haber un testigo visual. Pero en la Fiscalía sostienen que hasta el día de hoy, en el expediente no hay una sola persona que haya asegurado haber presenciado el dramático momento.
Agregaron que el testimonio de ayer da por tierra con la versión que el padre del joven dio a los medios de prensa.
En otras palabras, lejos de constituirse en un testigo clave, la declaración del remisero no modificaría la tónica de la investigación que, tal como lo indicara el fiscal, se encamina hacia una muerte accidental.
Punto ciego
De los testimonios recabados, se puede inferir que ese día se produjo un momento de tensión, cuando Bebi ya estaba en el interior del departamento, junto a Daniza Gallardo y a sus dos hijos, una niña de 9 años y un pequeño de un año y meses. El arribo de la expareja y padre de uno de los niños habría llevado a Edgar López a ocultarse en el balcón. En ese punto la causa se oscurece.
¿Qué es lo que pasó después? Por la distancia que existe entre los balcones resulta temerario imaginar que Bebi haya intentado pasarse a uno de los balcones próximos, menos aún saltar al vacío teniendo en cuenta que más de 20 metros lo separaban de la vereda.
Esta semana el padre de Bebi se constituyó como querellante. Sus abogados aclararon que no buscan “crear un falso homicida” ni probar algo que no sucedió, sino que lo que quieren es conocer lo que verdaderamente pasó ese día.
“Cuando uno investiga trata de aproximarse lo más que se pueda a lo que realmente sucedió, y eso es lo que estamos haciendo”, dijo Di Santo.
El paso siguiente en la pesquisa será esperar que en las próximas horas lleguen desde Córdoba los informes de las pericias telefónicas sobre los celulares de López, Gallardo y Castaño. El contenido de los mensajes de texto y los horarios de las comunicaciones servirán para cotejar la información recabada hasta ahora y corroborar la veracidad de los testimonios que se tomaron en la causa.
FUENTE: Diario Puntal