Es uno de los indicios que relativizan la hipótesis de una pelea con la expareja de la chica. El lunes llegó la autopsia y confirmó que el cuerpo de Edgar López no presentaba signos de lucha o de defensa
¿Hubo un encontronazo entre la víctima de 19 años y la expareja de la chica con la que “Bebi” estaba iniciando una relación? ¿O sólo la amenazante irrupción de esa persona fue lo que provocó un movimiento demasiado arriesgado?
Con la investigación en curso sería prematuro dar una respuesta concluyente, aunque los indicios que se acumulan en el cuarto piso de los Tribunales refuerzan la hipótesis de la muerte accidental.
Así lo indicó a PUNTAL el fiscal de la causa, Javier Di Santo: “En principio, toda la prueba que hemos reunido conduce a una muerte accidental, sin perjuicio de que seguimos investigando todas las hipótesis posibles”, dijo el funcionario judicial.
Una de esas pruebas es el relevamiento de las huellas de pisadas que se hizo de manera exhaustiva tanto en el interior del departamento que ocupan Daniza Gallardo junto a sus dos hijos, como en el reducido espacio del balcón que da a la calle Estrada.
La Fiscalía de Cuarto Turno confirmó que mientras en el interior se detectaron huellas del calzado de Edgar López, de Daniza Gallardo y de su expareja Luciano Castaño; en el balcón sólo se registraron pisadas de López y de la chica.
Esa pericia encuentra respaldo en el relato de la mujer que dio a entender que, si bien había llegado al lugar su ex, nunca llegó a trabarse en lucha con “Bebi”.
Ella también dijo que, posterior a la caída del joven, se asomó al balcón y en ese momento habrían quedado impresas las huellas de sus pisadas.
Sin embargo, el testimonio de la chica fue puesto en entredicho por los padres de López, quienes desde el mismo miércoles 11 de julio desconfiaron de sus palabras e interpretaron que buscaba proteger a Castaño.
Una de las voces que no fueron escuchadas en la Justicia es la de la expareja de Daniza, quien quedó en medio de todas las especulaciones. Eso tiene una explicación legal que el propio fiscal confirmó: procesalmente no corresponde que a una persona que está bajo sospecha se le tome testimonio bajo juramento, porque eso afectaría su derecho de defensa.
Quien sí será citado a declarar es el remisero que habría estacionado su auto cerca del edificio de calle Estrada y San Martín, a las 13.30, horario en que se produjo la caída del cuerpo de López.
Convencidos de que la muerte de su hijo fue provocada por otra persona, los padres de Edgar ven cifradas gran parte de sus expectativas en ese testimonio.
Según le relató a este diario Javier López, el remisero le dijo que oyó gritos desesperados antes de mirar hacia el edificio y ver cómo caía el cuerpo de su hijo.
Ese relato sería novedoso en la causa porque, hasta el momento y pese a que el hecho sucedió a plena luz del día y en un lugar de intenso tránsito de personas, no hay en el expediente testimonios de alguien que desde la calle o desde otros departamentos del edificio haya afirmado haber visto a Edgar López cuando se ocultaba en el balcón o en el momento de la caída.
No hay marcas de pelea
Entretanto, el lunes llegó al despacho de Di Santo el informe oficial de la autopsia que elaboró el perito forense Martín Subirachs y que confirmó lo que el fiscal ya había adelantado a los medios: el examen del cuerpo no reveló la existencia de signos de lucha o de defensa.
La conclusión de la autopsia destacó que los politraumatismos que presentaba el cuerpo fueron todos producto de la “precipitación al vacío”, y afirma que esa fue la causa efectiva de la muerte.
