El abogado penalista llegó a Río Cuarto para sumarse a la defensa del único detenido por el crimen de la comerciante. Comparó la situación del imputado con la del «perejil» Gastón Zárate en el caso Dalmasso.
El abogado penalista Carlos Harabedian se encuentra en Río Cuarto tras sumarse a la defensa de Sergio Medina junto a su colega Rolby Valdivieso, en el marco de la causa que investiga la muerte de la comerciante Claudia Muñoz.
En rueda de prensa, el excamarista comparó la situación de Medina con la que alguna vez atravesara el riocuartense Gastón Zárate, quien resultara provisoriamente detenido en la causa que investiga la muerte de Nora Dalmasso y quien popularizó el apodo “el perejil”, por considerarlo un chivo expiatorio a quien adjudicar la culpabilidad.
“Ahora concierne a (Sergio) Medina. Aquí se han agotado todas las típicas investigaciones judiciales encontrando con indicios a un chivo expiatorio que responde a las mismas características del otro crimen”, dijo en referencia al perfil de Gastón Zárate, en momentos en que fue acusado por el crimen del barrio Villa Golf.
En ese contexto, consideró que su defendido debería gozar de libertad durante el proceso. “A las personas que están sometidas a procesos no se las puede mantener en prisión salvo que haya peligro de fuga. Y peligro de fuga puede tener alguien que cuente con medios, con recursos, con un sistema de complicidades, que sea poderoso, que pueda incidir con testigos. Nadie de los que están relacionados lo conoce a Medina, y él ni siquiera está en condiciones de influir, de gravitar”, consideró.
La mira en el círculo estrecho
Más adelante, dejó entrever la necesidad de orientar la investigación hacia el «círculo estrecho» de la víctima al señalar que “acá hay una línea de investigación omitida por completa”.
Hairabedian destacó que el crimen no tuvo connotaciones sexuales, ni patrimoniales, por lo que entendió que “debe perforarse la red de secretos que rodean a la víctima».
«Es indispensable conocer quién es la víctima. Tiene que ser investigado exhaustivamente ese círculo más estrecho de la víctima”, dijo el penalista.
“Aquí aparece la idea de alguien que, con la saña que ha actuado, tiene un componente, ya sea de naturaleza patológica, ya sea de naturaleza pasional. Por eso tiene que ser investigada, no la víctima en cuanto su personalidad, sino el círculo de relaciones, de vínculos de ella”, manifestó Hairabedian.
Para agregar: “Este hombre (Medina) que viene del interior no tiene ningún tipo de vínculo, ni de contacto”.
Y más adelante aclaró: “No quiero sindicar ni al marido, ni a ninguna otra persona emparentada con la víctima, sino a sus contactos (…) excluirlos, simplemente por una interpretación que hace el fiscal, es prematuro”.
FUENTE: Diario Puntal