Se definió con 38 votos en contra, 31 a favor y 2 abstenciones, tras una sesión de más de 16 horas. La iniciativa no podrá volver a discutirse hasta el año que viene. Hubo incidentes en el exterior del recinto.
El Senado rechazó esta madrugada el proyecto de legalización del aborto luego de una sesión que duró más de 16 horas y sin que hubiera margen para un proyecto intermedio, por lo que el tema no podrá volver a ser tratado hasta el año próximo.
La votación resultó exactamente como se pronosticó, con 38 votos en contra del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, 31 a favor, las abstenciones del santafesino Omar Perotti y la neuquina Lucila Crexell.
La única ausencia al momento de votar fue la de la puntana María Eugenia Catalfamo, de licencia por embarazo.
Los senadores a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo bajaron al recinto ya resignados a una probable derrota, debido a la diferencia de votos entre ambas posturas.
En ese contexto, se barajó la opción de votar, luego del rechazo, un proyecto alternativo de despenalización, dado que Crexell y Perotti impulsaban dos iniciativas en ese sentido, pero esa posibilidad fue descartada desde muy temprano por quienes respaldaron la legalización.
«No creo que haya margen para otra cosa, me parece que vamos a matar o morir. Que cada uno se haga cargo de lo que vota», expresó un senador de Cambiemos a favor de la legalización, consultado por NA.
Todos los discursos ofrecieron conceptos similares: quienes respaldaron el proyecto remarcaron que el reclamo continuará porque el tema es «imparable» y aquellos que se opusieron machacaron sobre la idea de que, a partir de este debate, se deberá trabajar más intensamente en educación sexual.
Así, el concepto general de la sesión es que el debate sobre el aborto quedó instalado en la sociedad y que el Congreso deberá volver a abordarlo en algún momento, desde un enfoque u otro.
Los detractores de la legalización insistieron en que el proyecto es «inconstitucional» y violatorio de los tratados internacionales a los que suscribió la Argentina, mientras que los senadores a favor remarcaron que se trata de un problema de «salud pública» y que la discusión «no es aborto sí o aborto no, sino aborto legal o clandestino».
Discursos principales
La salteña Cristina Fiore, férrea defensora del rechazo, habló en nombre del Interbloque Federal y cuestionó al ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, y al constitucionalista Ricardo Gil Lavedra por su defensa del proyecto en el Congreso.
Además, planteó que «es peligrosísimo que se relativice el valor más importante que tienen las personas, que es el valor de la vida, porque cuando se relativiza el derecho a la vida se relativizan todos los demás derechos».
El jefe del Bloque Justicialista, definió el tema de la sesión como «un debate estructural que tiene que ver con la Argentina moderna o con la Argentina del atraso», al tiempo que criticó a las «estructuras dominantes y viejas que permanecen siempre en posiciones totalmente retrógradas en la Argentina, como ha sido el comportamiento de la Iglesia Católica».
Además, rescató la decisión del presidente Mauricio Macri de poner el tema en debate pero le reprochó: «Los grandes cambios se producen cuando hay decisión. La opinión del Presidente no puede ser abierta, debería haberse comprometido con que esta ley saliera y la Argentina sería un poquitito más justa».
Tras asumir que el resultado ya estaba cantado, Pichetto concluyó: «El ´no´ va a ganar esta noche, pero el futuro no les pertenece».
La senadora por Buenos Aires Cristina Kirchner, que votó a favor, aseguró que su cambio de opinión frente a la legalización del aborto no fue por su hija, Florencia, sino por «las jóvenes que salieron a la calle» y pidió «escuchar más que a una cuestión de género a una cuestión generacional».
«Si yo tuviera la certeza de que rechazando la media sanción no hay más abortos, no tendría ninguna duda en levantar la mano.
El problema es que este cuerpo va a rechazar y van a seguir produciéndose los abortos en la Argentina. Ahí ya no es una cuestión de convicciones o creencias, sino de dar respuesta como legisladores a un problema que existe», agregó.
El cierre del debate estuvo a cargo del jefe del interbloque de Cambiemos, el formoseño Luis Naidenoff, a favor de la legalización, y la principal exponente del rechazo dentro de esa bancada Silvia Elías de Pérez, de Tucumán, quienes compartieron el tiempo.
La tucumana contradijo el argumento del derecho «incremental» a la vida y señaló que «lo que es incremental es la capacidad jurídica, pero se es persona siempre y se merece protección siempre».
Además, expresó: «Durante estos meses se ha denostado a los que profesamos la fe católica como nunca en la Argentina. Quiero desagraviar al pueblo católico, al pueblo evangélico, que al salir a manifestarse en contra han sido criticados y vapuleados».
En tanto, Naidenoff sostuvo que «el negocio de la clandestinidad tiene la marca del dinero y el sello de la desigualdad» y cuestionó a quienes se opusieron al proyecto al afirmar que «el rechazo liso y llano de la ley es mirar al costado. Clandestinidad, negocio, oscuranismo y doble moral».
«Me quiero dirigir al colectivo de mujeres y a los miles de jóvenes que están bancando, y especialmente a los jóvenes de mi partido, que este es un primer paso. Más allá del resultado, nada está perdido, es solo cuestión de tiempo», concluyó el radical.
Incidentes
Un reducido grupo de militantes que estaban a favor del proyecto de ley para legalizar el aborto generó esta noche incidentes en los alrededores del Congreso antes de iniciarse la votación de la norma, que finalmente fue rechazada.
Los manifestantes arrojaron piedras y palos contra los uniformados de la Guardia de Infantería de la Policía de la Ciudad, a pesar de los desesperados intentos de la mayoría que buscaba calmar los ánimos.
Sin embargo, no hubo forma de controlarlos y se enfrentaron con la Policía apenas se ´produjo la votación, además de arrojar palos y piedras e intentar derribar las vallas.
FUENTE: Diario Puntal