Silvia, de 51 años, registró una pérdida de gas en un calefactor que derivó en un principio de incendio. En una crítica situación, solicita asistencia.
Silvia tiene 51 años y padece “piel de cristal”. Esta mañana, cuando se preparaba para ir al centro médico donde a diario le renuevan los vendajes de su piel, sufrió un accidente.
“Aumenté el calefactor mientras me vestía y explotó. Creo que fue por una pérdida de gas y ni sé cuánto se quemó, porque tuve que salir de inmediato del lugar”, relataba Silvia con evidentes interrupciones en su voz por una severa tos, acentuada por la inhalación del humo del siniestro.
El principio de incendio se registró pasada la media mañana, en la cocina de su casa de calle Río Segundo al 811. La mujer se encontraba sola, debido a que su hijo menor ya había acudido a la escuela.
En diálogo con PUNTAL, contó que días atrás había protagonizado un hecho similiar donde el foco alcanzó a ser sofocado a tiempo por otro de sus hijos.
En medio de un shock nervioso, a causa de la siniestralidad, la mujer contó que atraviesa una crítica situación económica que, sumado a su estado de salud y las pérdidas materiales por el incendio, la llevan a pedir ayuda social.
“No cuento ni con una pensión, ni con jubilación. Mi madre me ayudaba económicamente pero después de su muerte ya no recibo nada”, reclamó en un desesperado testimonio.
FUENTE: Diario Puntal