La idea tolstoiana de pintar la aldea la cumplió a la perfección. Había nacido en Pergamino en 1920 pero a los 2 años ya era riocuartense por adopción. Pintor, escultor, poeta, escenógrafo, falleció a los 99 años dejando una obra tan inmensa como amorosa
Vivía en Tucumán 364 de barrio Alberdi, a metros del empedrado y del paso a nivel que le dio el tinte «ferroviario». Allí es donde creó la escuelita La Mancha para dar clases a los niños. Siempre enseñó gratis. Pintó de día y de noche y sobre todo, fue un hombre feliz. Se va con Otegui, un artista completo, irrepetible y de los que contaron la ciudad con el pincel.
Foto: gentileza Retruco