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Covid-19: «La vuelta al ritmo habitual tiene que darse de forma gradual»

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Lo aseguró Pablo Carvajal, secretario de Salud de la Provincia, con relación a cómo la ciudad debería salir de la Fase 1. Dijo que los efectos del aislamiento estricto que rige en Río Cuarto se notarán en unos 10 días

Para el secretario de Salud de la provincia de Córdoba, Pablo Carvajal, la salida de la Fase 1 en Río Cuarto debe darse de manera gradual para que, una vez lograda la disminución de contagios por el aislamiento dispuesto desde el último sábado, la cantidad de casos no vuelva a estar en niveles elevados. En diálogo con Puntal, uno de los funcionarios que están siguiendo de cerca lo que ocurre en la ciudad, dijo que es fundamental que se respeten los protocolos y que la población adopte las medidas sanitarias necesarias para minimizar la posibilidad de infectarse de Covid-19.

-Estamos en días en los que el número de contagios en la ciudad está por encima de los 100…

-Los números de contagios se van a mantener, por lo menos, 10 días más. La decisión de volver a Fase 1 va a permitir que dentro de 10 días la cantidad de casos circulantes disminuya y allí vamos a ver los resultados de la medida que se ha tomado. Hace casi una semana que estamos en Fase 1 y hay que esperar que se cumplan los 15 días para que la curva se empiece a estabilizar y deje de crecer.

-¿Fue acertado el momento en el que se volvió a Fase 1 en Río Cuarto?

-Sí, fue el momento justo. La medida se tomó cuando la necesitábamos. Hay que apuntar a que la tasa de duplicación esté por arriba de los 17 días y en Río Cuarto dicha duplicación se daba cada 8 días.

-¿Alcanza con 10 días de aislamiento estricto?

-Hay que ver cómo se comporta la ciudadanía de Río Cuarto. Eso es lo más importante. Si el martes 22 se levanta la restricción y la gente sale toda de golpe, lo que vamos a tener es una pequeña meseta y luego los casos van a volver a crecer.

-Esto quiere decir que el martes no vuelve todo a la normalidad como en la que estábamos antes del inicio de la Fase 1…

-No, no se tendría que volver así. Tendría que ir avanzándose de manera gradual. Primero que se habiliten los negocios, con alguna restricción horaria, para luego ir por las otras actividades de manera escalonada. La vuelta al ritmo habitual tiene que darse de manera gradual.

-La decisión de volver a Fase 1 fue del Municipio con el asesoramiento de los especialistas, ¿ustedes van a dar una opinión sobre cómo tiene que seguir la ciudad a partir del 22 de septiembre?

-Nosotros le recomendamos al Municipio lo que tiene que hacer y después el Municipio toma las medidas. Hay un trabajo consensuado, pero cada municipio tiene sus particularidades.

-Las autoridades nacionales, incluido el ministro de Salud Ginés González García, indicaron que en Río Cuarto el virus circula de manera comunitaria, ¿ustedes siguen sosteniendo que no?

-La circulación comunitaria se da cuando se pierde el nexo epidemiológico de los casos y nosotros tenemos el nexo epidemiológico de más del 80 por ciento de los casos de Río Cuarto. Por eso, nosotros no hablamos de circulación comunitaria.

-Cuando se inició el aislamiento a nivel nacional, en marzo pasado, se dijo que era para ganar tiempo y mejorar el sistema sanitario. Sin embargo, en Río Curto la situación se complicó desde el mismo comienzo del brote…

-Río Cuarto tuvo los primeros casos en marzo. Después, pasaron tres meses sin contagios y se vivió una vida casi normal. Esa situación llevó a que no se cumplan todas las medidas de distanciamiento social ni el uso del barbijo. Los primeros casos generaron un montón de pequeños brotes que todavía tenemos al día de hoy.

-¿No hubo una falla particular en Río Cuarto?

-No, en Río Cuarto la situación se presentó de la forma en la que se tenía que dar, por el incumplimiento del distanciamiento social.

-Más allá de que es una medida necesaria desde el punto de vista sanitario, hay un agotamiento en las personas por el aislamiento, ¿cómo se hace para que la gente respete las medidas de distanciamiento?

-Lamentablemente, hasta que no haya una vacuna o un tratamiento que impida la muerte de las personas, vamos a tener que seguir con esta cuarentena. La situación se va a extender hasta el próximo año.

-¿Los insumos están llegando como corresponde?

-Sí, los insumos y los elementos de protección personal (EPP) no están en falta. Hemos incrementado la cantidad de respiradores y estamos asistiendo a las clínicas privadas.

-¿Qué sucede con el personal de la salud que se está contagiando?

-Más del 90% de los contagios entre el personal de la salud se da de manera horizontal y no vertical. Eso quiere decir que casi todos se contagian cuando no están con los equipos de protección personal, es decir, cuando se produce un relajamiento.

-A nivel provincial, los casos también están en aumento, ¿hay posibilidad de que la provincia vuelva de fase o eso se analizará ciudad por ciudad?

-Se va a analizar por ciudades. De todas formas, hay que dejar de lado la palabra fase para hablar de restricciones. Es decir, qué es lo que se puede hacer y qué lo que no se puede hacer. Las restricciones se van a aplicar de acuerdo a la capacidad que haya en las camas críticas.

-De acuerdo a los últimos informes del Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba, son cada vez más los casos que no tienen nexo epidemiológico establecido…

-Al haber más casos se demora más tiempo en encontrar el nexo de cada uno. Entre otras cuestiones, se debe a que la gente ha tenido varias reuniones sociales.

En la ciudad, las camas críticas están al 45%; las comunes, al 80%

De acuerdo a los datos que maneja la Provincia, actualmente, las camas críticas de Covid-19 de Río Cuarto, tanto del sector público como del privado, tienen una ocupación cercana al 45%, mientras que las unidades comunes destinadas a los pacientes con coronavirus están al 80%.

En ese sentido, vale aclarar que las denominadas camas críticas son las que tienen respiradores, mientras que las comunes cuentan con oxígeno.

Pablo Carvajal, secretario de Salud de la provincia de Córdoba, dijo a Puntal que muchas de las plazas comunes están siendo utilizadas por pacientes sospechosos de Covid-19.

“Son pacientes sospechosos que no necesitan estar en la terapia intensiva pero que sí tienen que estar internados hasta que los diagnostiquemos como positivos de Covid-19 o con otras patologías. En algunos casos, cuando se descarta el Covid-19, se les da un antibiótico y se los envía a sus domicilios o se los pasa a otras habitaciones”, explicó el funcionario.

Aunque las camas comunes son las que tienen un mayor nivel de ocupación, se le presta más atención a lo que sucede con las camas críticas, debido a que los pacientes con coronavirus que ingresan a la terapia intensiva y reciben asistencia mecánica respiratoria permanecen internados alrededor de 25 días. En cambio, los que no requieren respirador obtienen el alta más rápidamente.

Además, un paciente de cama común puede ser pasado a una cama crítica, pero uno de cama crítica no puede ser trasladado a una habitación común (a menos que sea porque haya mejorado su estado de salud).

Cuántas son

En Río Cuarto, las camas críticas para Covid-19 (con respirador) son 85. Poco más de la mitad está en las clínicas privadas y el resto, en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua.

Paralelamente, las camas comunes para coronavirus son 242 en toda la ciudad: 170 están en los centros privados y 72, en el nosocomio provincial.

Finalmente, con respecto a la situación del Nuevo Hospital, se informó que hay 57 pacientes con Covid-19 internados, de los cuales 13 están en terapia intensiva y, de esos, 6 están conectados a un respirador.

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