Es por los incendios en las Sierras de los Comechingones. Se espera un fuerte deterioro del suelo, menos absorción del agua y una mayor torrencialidad ante lluvias intensas. Un mayor volumen de sedimento llegaría incluso hasta la ciudad
Los incendios en las Sierras de los Comechingones están empezando a mostrar sus efectos en la circulación del agua. Los especialistas en la materia prevén que a partir de ahora se produzcan crecidas más fuertes y una mayor erosión del suelo en la cuenca del río Cuarto. En la parte alta, se espera un fuerte deterioro del suelo, que traería aparejado menos absorción de las lluvias y redundaría en un gran arrastre de sedimentos, incluso hasta la ciudad.
El geólogo y docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto Nelso Doffo explica que el paso del fuego tiene efectos a corto y mediano plazo. Los primeros, más evidentes, ya están a la vista de todos.
“Lo más complejo será la ceniza. La carga de sedimentos será más grande, porque el suelo queda sin protección. Ese impacto será diferente de acuerdo a la ubicación dentro de la cuenca. Los pueblos de más arriba serán los más complicados, y ya están teniendo problemas por obstrucción”, apuntó.
Problemas a corto y mediano plazo
En este sentido, precisó que las localidades más comprometidas son las serranas, que toman el agua directamente del cauce de los ríos. Es el caso, por ejemplo, de Alpa Corral.
“El problema de la ceniza es que es muy difícil de filtrar, por lo que los sistemas (de potabilización y distribución) deben interrumpirse. Este es el problema más inmediato, pero una vez se vayan lavando las cenizas en toda la cuenca, se van a ir limpiando los cursos de agua”, aclaró el especialista.
Aguas abajo
Consultado sobre las consecuencias de los incendios para el resto de la cuenca, señaló que el panorama es menos claro aguas abajo, y que depende en gran medida de cómo lleguen las lluvias a partir de ahora.
“Seguramente, vamos a notar algo más de oscuridad en el agua, pero no tan marcadamente como en la parte alta de la cuenca. Río Cuarto tendrá algo más de oscuridad por el arrastre de las cenizas, que pueden viajar largas distancias, flotando”, proyectó.
En la misma línea explicativa, detalló que también es altamente probable que llegue mucho más sedimento y arena hasta Río Cuarto. “Si la creciente es grande, es probable que encontremos más sedimentos en nuestro río. Todo depende de cómo se den las lluvias”, señaló Doffo.
No obstante, aclaró que el daño más grave está en la parte alta del sistema, y hay riesgo serio que esto se agrave con las lluvias, en especial si cae mucha agua en períodos cortos de tiempo.
“El problema serán los suelos de las sierras, que son delgados. Es probable que, en la cabecera de las cuencas, se erosione ese manto y quede la roca expuesta. En ese caso, habrá menos infiltración de agua y la vegetación estará mucho más complicada para volver a crecer, porque cambió el sustrato”, apuntó el geólogo.
Y agregó: “En las zonas altas, esto puede ser un problema. Allí, habrá una recuperación vegetal muy complicada, muy difícil. Y la ladera ya no infiltrará tanta agua; eso aumentará la torrencialidad de la cuenca. La proporción de lluvia que escurrirá será mucho mayor a partir de ahora, porque la roca expuesta tiene un comportamiento hidrológico muy diferente al del suelo”.
-¿Cuánto tiempo se necesita para que se pueda recuperar?
-El sustrato perdido es prácticamente irrecuperable. Necesitará cientos de miles años para su recuperación. Tiempos que no son históricos, sino geológicos. Es muy diferente a lo que pasa con la recuperación del bosque y la vegetación, que puede ser más rápida. Es un problema de fondo.
La incidencia de las lluvias
-¿Qué puede esperarse ahora, a medida que se acerca la época de mayor cantidad de tormentas?
-Estamos en un período de sequía, pero también se acerca el verano, momento en el que suele haber tormentas convectivas que descargan agua en poco tiempo. El problema es el tiempo en el que cae la lluvia. La cuenca alta del río Cuarto -Alpa Corral, Las Albahacas y El Chacay- las transforma en escorrentías y luego en crecidas. Es bueno que las primeras crecidas sean tranquilas, porque permiten que el sustrato y las laderas se puedan contener, y esto puede dar más tiempo para la regeneración vegetal. Si la lluvia hubiera sido más intensa, como tormenta de verano, los problemas hubieran sido mucho más graves.
-¿Qué síntesis se puede hacer del estado de situación del sistema del río Cuarto?
-La cuenca está desequilibrada por los incendios. Estimamos que hay un 60 por ciento del territorio quemado -no hay datos oficiales todavía-, y esto causará problemas. La intensidad de los problemas dependerá de cómo se produzcan las lluvias.
