El ministro de Finanzas explicó en la Legislatura el proyecto de presupuesto 2022. El pico en los inmuebles más caros será del 49,5 por ciento. Es una atenuación con respecto al esquema original que se había presentado
El ministro de Finanzas de la Provincia, Osvaldo Giordano, aseguró ayer en la Unicameral que la suba del impuesto inmobiliario urbano irá, en promedio, del 22 al 31 por ciento, y señaló que el tope alcanzará el 49,5 por ciento.
La cifra obedeció a un cambio que aplicó el gobierno en el proyecto de presupuesto 2022. Inicialmente, los inmuebles más costosos de la provincia -el 7 por ciento del universo de propiedades- tenían aumentos promedio del 58 por ciento y aumentos máximos del 60 por ciento.
Pero las críticas que motivaron esas cifras provocaron una revisión. Ahora, ningún inmueble pagará un ajuste superior al 49,5 por ciento.
Giordano estuvo ayer en la Legislatura explicando el presupuesto y la política tributaria previstos para el año próximo.
“Una de las decisiones prioritarias del año que viene es que se mantienen las valuaciones de 2020 y se calcula el impuesto sobre la base de un coeficiente de equidad tributaria. También se mantiene la segmentación en función del valor de la propiedad para darle algún grado de progresividad al impuesto”, dijo el funcionario.
En 2022 seguirá vigente la exención para las familias de bajos ingresos. El beneficio alcanza al 13 por ciento de los inmuebles urbanos.
En cuanto a los aumentos en sí mismos, Giordano señaló que los que tienen valuaciones inferiores a los 60 mil dólares recibirán un incremento promedio del 22 por ciento y un pico de suba del 40 por ciento.
En el caso de los inmuebles con valuaciones de hasta 200 mil dólares, los incrementos en promedio alcanzarán el 31 por ciento. Esos inmuebles, que son el 47 por ciento del total, tendrán topes de incrementos del 49,5 por ciento.
El envío del presupuesto había generado fuertes críticas de los legisladores opositores principalmente por los incrementos impositivos previstos originalmente. Muchos dijeron que se trataba de un “impuestazo” porque las subas se ubicaban por encima de las estimaciones de inflación.
Giordano, en su presentación, recalcó que, en realidad, el proyecto de presupuesto se realizó en un contexto de marcada incertidumbre con respecto a la economía y a las variables principales de la dinámica de la actividad para el año próximo.
El ministro de Finanzas señaló que el contexto económico y social es muy complejo, con una combinación de caída del salario real y un notable crecimiento de los índices de pobreza. Giordano precisó que durante la pandemia los ingresos provinciales se vieron directamente afectados y que recién en 2021 crecieron por encima del índice de inflación.
En cuando a la política tributaria, el titular de Finanzas planteó que la Provincia inició un proceso de reducción impositiva.
Hizo especial hincapié en que acanzó en una baja del impuesto a los Ingresos Brutos, que es muy cuestionado por los sectores productivos y comerciales y que representa siete de cada diez pesos que la Provincia percibe en términos de ingresos propios.
Cuando se firmó el Pacto Fiscal con el gobierno de Mauricio Macri, en 2017, las empresas de Córdoba tributaban el 3,42 por ciento en concepto de Ingresos Brutos;actualmente, según Giordano, esa alícuota se encuentra en el 2,6 por ciento. Giordano destacó que en Buenos Aires la alícuota alcanza el 3,64 por ciento.
“Generar un sistema tributario más amigable con la producción fue la clave de este proceso”, manifestó el funcionario provincial. Recalcó que la baja de Ingresos Brutos en la provincia se aplicó en un marco muy difícil a nivel económico. Y planteó también la importancia de la reducción del régimen de pago a cuenta y del sistema de Monotributo Unificado desde 2018 para 160 mil pequeños contribuyentes.
El gobierno cuenta con una amplia mayoría en la Unicameral para aprobar el presupuesto.
