Argentina pasó a cuartos por historia y por insistencia

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    Argentina 1 Suiza 0
    1 de julio. San Pablo.
    13:00.
    Una de las primeras buenas impresiones que nos rodeaban al iniciar el encuentro era el hecho que todos los ganadores de zona habían avanzado a cuartos. Lionel Messi llevaba el banderín en una mano y su miraba estaba relacionada con el duro partido que se llevaría a cabo en uno pocos minutos.
    El juego comenzó con un súper y poblado sector de la mitad de la cancha, que era el termómetro del encuentro. Hay que destacar algunas cosas para hablar de este partido: Ángel Di María, el Fideo se vistió de Messi y, con un gol de zurda en el último minuto metió a la Argentina entre los ocho mejores del Mundial. Más allá del gol, Di María metió, buscó y probó mucho al arco. Marcos Rojo: El lateral volvió a ser una de las figuras de la Argentina. Corrió muchísimo, marcó bien y desequilibró por su banda. La mala: sumó su segunda amarilla y se perderá el partido de cuartos. Javier Mascherano: Fue el dueño de la mitad de la cancha. Marcó los tiempos en defensa y llegó a tiempo en casi todas las pelotas. Junto con Rojo y Di María, fueron lo mejor de la Argentina.
    El funcionamiento del equipo sigue siendo una cuenta pendiente para Sabella. Ni 5-3-2, ni 4-3-3, ni 4-4-2. Federico Fernández da ventajas que pueden costar mucho a medida que siga avanzando el equipo. Fernando Gago termina exasperando cuando falla pases, cuando no reacciona. Lavezzi no fue solución y Gonzalo Higuaín sigue fuera de sintonía. Hoy, Mascherano fue el corazón y una de las figuras. Ezequiel Garay levantó su nivel. Chiquito Romero estuvo cuando su equipo lo necesitó. Argentina está entre los ocho mejores del Mundial con el corazón en la mano, pese a haber jugado contra rivales menores para este equipo como lo son Bosnia, Irán, Nigeria y Suiza. Es cierto que sufrió tanto como Brasil, Alemania, Francia u Holanda. La próxima parada es el sábado, a las 13, ante Bélgica, en Brasilia. La selección deberá prolongar la emoción, pero necesitará mucho más si quiere ser un serio aspirante a levantar la Copa. Los 90 minutos fueron un monólogo celeste y blanco. Con un 4-4-2 los relojeros se le pararon en la mitad de cancha y esperaron a la selección de Sabella, que lo intentó por todos lados pero no pudo entrarle de lleno a los europeos, que se defendieron siempre con orden. Benaglio se recuperó de su pésima actuación en la primera ronda y hoy fue el responsable que su equipo acariciara la clasificación a cuartos. No le alcanzó pero estuvo muy bien. Xhaka se cansó de pegar con la complicidad del millonario árbitro, que dirigió muy flojito. Sobre el final, cuando ya había pasado el tiempo de descuento estipulado por él, era el suplementario, cobró un tiro libro al borde del área de Argentina, que no pasó a mayores y fue el epílogo de este día memorable. Shaqiri nos complicó más por mito que por jugador moviéndose por todo el frente de ataque. Angelito Di María, luego que Palacio robara una pelota en la mitad de la cancha y que el genio de Messi transportara el balón hacia los pies del ex delantero de Rosario Central, que sometió de manera categórica a Benaglio, fue la figura de la jornada.
    Otra vez la fortuna visitó el área de Romerito y la pelota dio en el palo y luego en el pie del delantero y se perdió por la línea de fondo. Después la historia se hizo amiga de Argentina y terminó el partido. Pasamos a cuartos, Ya ganamos cuatro partidos. VAMOS ARGENTINA!!!

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