Las escasa superficie de maíz y el reclamo ambientalista fueron las causas de desarmar su proyecto de $1.500 millones.
La planta de Malvinas Argentinas preveía una importante inversión y la creación de 400 puestos de trabajo directos.
Según publica el diario iProfesional, uno de los dos principales ejecutivos de la compañía para América Latina confirmó que el proyecto se desarma y reconoció que el bloqueo llevado a cabo por vecinos y ambientalistas frenó por completo la entrada de los materiales que requerían la construcción.
“No se pudo avanzar con la planta y esto también influyó. Pero lo más trascendente fue que el negocio cambió y dejó de ser conveniente para Monsanto”, aseveró el alto mando consultado por iProfesional.