El proyecto de ley de protección a las víctimas de violación y de abuso sexual y de tratamiento integral para abusadores y violadores elaborado por la riocuartense Salomé Bermejo, fue seleccionado junto a otros 45 proyectos para ser analizado por la Organización de Estados Americanos. La organización ahora debe elegir tres de ese total para ser premiados.
El proyecto nace por la necesidad de su autora de llenar un vacío legal que ella detecta cuando es víctima de este tipo de hechos; «surge de un hecho personal, como víctima sobreviviente al no tener respuesta a mis necesidades me di cuenta de la ausencia del estado y decidí empezar a leer y a armar un proyecto de ley». Posteriormente y gracias a formar parte de Rima – Red de información para mujeres de Argentina – se entera de la convocatoria de la OEA y decide participar sin imaginar que podría llegar a la instancia que llegó: «tenía el proyecto y lo envié y hoy me llegó el mail avisándome que fue seleccionado con otros 45, hay seis de Argentina, nunca imaginé que iban a seleccionar el mío también», dice reconfortada la autora.
Una de las condiciones con las que debían cumplir todos los proyectos presentados es que debían respetar la Constitución Nacional del país del que provienen. Al referirse a los lineamientos que marcan el eje del proyecto, Salomé destaca: «va apuntado sobre todo al tratamiento integral de la víctima pero también de los agresores; ya se sabe que el agresor sexual es reincidente, por eso, si no se lo trata, va a pasar toda la vida reincidiendo y eso incrementa el número de posibles víctimas»
En cuanto a las otras necesidades que existen en la práctica a la hora de abordar casos de agresión o abuso sexual, Salomé plantea que existen vacíos en el ámbito policial porque «falta capacitación específica en cuestiones de género lo que lleva a la revictimización de la persona agredida»; en el ámbito judicial «por ejemplo se permite que el agresor recurra a la figura de juicio abreviado cuando se sabe que no hay arrepentimiento sino, simplemente se trata de aprovechar una herramienta jurídica para reducir la pena»; por otro lado Salomé Bermejo asegura que queda mucho por hacer en prevención y tratamiento a las víctimas.
La autora del proyecto recuerda que «uno pasa toda la vida tratando de sanar lo que vivió» de ahí la importancia de trabajar con conocimiento de causa en este tipo de problemáticas; ahora las expectativas de Salomé están puestas en que su proyecto pueda llegar a nuestro Congreso y que encuentre voluntad política para analizarlo, tratarlo y, en el mejor de los casos, sancionarlo.
