La Policía, por orden de dos fiscalías, allanó el «Palermo de los galgos» de Inriville y realizó a través de médicos veterinarios una serie de análisis que descartaron la utilización de sustancias químicas en las carreras de perros.
Las de este fin de semana largo son las últimas carreras que se podrán hacer ya que entrará en vigencia la ley que las prohíbe y que fue publicada por el Boletín Oficial el pasado 2 de diciembre. Como esa resolución no contemplaba fecha alguna, recién entra en vigencia ocho días después. Es decir, a partir del 10 de diciembre.
Además de la controversia sobre la legalidad o no de estas carreras puntuales, se investigaba la posible utilización de sustancias químicas para incentivar a los perros, lo que entraría en contradicción con la ley Sarmiento de maltrato animal.
Por esa razón se dispuso la realización de los análisis de orina de 40 perros de los alrededor de 200 que formaban parte de las competencias. En ningún caso se detectó la presencia de sustancias ilegales, según confirmó a La Voz el fiscal Oscar Aliaga, con asiento en Bell Ville pero con participación en esa denuncia en particular.
En paralelo, a raíz de una presentación de la Municipalidad de Inriville sobre la posible ilegalidad de estas carreras, la Policía también allanó el canódromo por orden de la Fiscalía de Marcos Juárez, a cargo de Carlos Ernesto Viramonte.
En el lugar se contastó la presencia de mil personas y, al no verificar ninguna irregularidad, se no hubo clausura alguna, según informaron fuentes policiales a este diario.
«Estamos tranquilos. Hoy varios campeonatos que se corren hoy, y mañana se terminarán corriendo las finales. Calculo que habrá unos 130 galgos por día», dijo a Cadena 3 Carlos Ayala, el titular de la Asociación Civil El Parlemo de los Galgos.
Prohibición. El 17 de noviembre, la Cámara de Diputados convirtió en ley la prohibición de carreras de galgos en todo el territorio argentino, con penas de hasta 4 años de cárcel y multas de hasta 80.000 pesos a quien realice, promueva u organice la actividad.
Fuente: La Voz
