“La Universidad es una institución con gran potencial para ayudar al Estado a investigar y constituirse en una herramienta de transformación social”, expresó el rector de la UNRC en la última colación del año.
El rector Roberto Rovere se comprometió a “seguir defendiendo” la Universidad pública, que siempre “está y estará abierta” para “nosotros, para nuestros hijos y para los hijos por venir”.
Lo dijo tras aseverar que la Universidad y el sistema universitario se encuentran en una “situación crítica” no sólo desde lo presupuestario, sino también porque se la ha puesto “en el tapete de los acusados”, en una instancia desde donde “se desprestigia y se ponen en duda” las actividades que desarrolla.
Pero por el contrario, remarcó: “La Universidad es una institución con gran potencial para ayudar al Estado a investigar y constituirse en una herramienta de transformación social”.
El rector Rovere defendió con firmeza a la Universidad al hablar este viernes en la última colación de grado del año de esta casa de estudios en la que recibieron sus diplomas 123 nuevos profesionales.
En ese marco, les dijo a los graduados: “Pretendemos seguir defendiendo esta Universidad pública, y la presencia de ustedes aquí mantiene vivas las esperanzas y confirma la certeza de que, para nosotros, para nuestros hijos y para los hijos por venir, esta Universidad está y estará abierta”.
El rector Rovere presidió la 257ª colación de grado de la UNRC junto al vicerrector Jorge González, los decanos y vicedecanos de las distintas facultades, secretarios del Rectorado y otras autoridades universitarias, quienes se dieron cita en el Aula Mayor del campus para acompañar a los graduados y sus familias en este significativo momento.
Además del rector Rovere, por la mañana habló en representación de los graduados la contadora pública Agostina Scapín y por la tarde lo hizo la ingeniera química Aylén Di Tocco.
La educación superior es un derecho universal
En su mensaje a los egresados, el rector Rovere dijo: “La educación superior es un derecho universal que presenta una doble titularidad: individual y colectiva. Como derecho individual, exige generar condiciones para que todos los jóvenes puedan acceder a estudios superiores, aprender, socializarse plenamente en una cultura profesional y académica y graduarse. Como derecho colectivo, exige garantizar que los resultados de la actividad de formación, de investigación, de extensión y de promoción de la cultura que llevamos adelante en el ámbito de las universidades alcancen y beneficien al conjunto de la población, mejoren sus condiciones de vida y aporten al desarrollo del país”.
Subrayó luego: “La educación no es solamente una tarea individual o que le compete a la dirigencia política. Es responsabilidad de todos, comenzando desde la defensa de nuestras tradiciones, nuestros valores y nuestra identidad nacional. Por eso deben asumirla en su misión como profesionales, a través del ejemplo, con actitudes éticas, dedicación al trabajo, honestidad y responsabilidad”.
Seguidamente, manifestó a los egresados: “A partir de hoy son poseedores del privilegio más grande al que puede acceder un ser humano. Están autorizados legal y éticamente a ser promotores de transformación en la vida de cada persona a la que entregarán sus conocimientos. En reconocimiento a ello, la educación superior que han recibido debe reforzar su voluntad de servicio a la comunidad con aportes necesarios para la reconstrucción de una sociedad con mayor justicia social a través de actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia y la violencia, a eliminar el hambre, el analfabetismo y la exclusión, y a detener el irracional deterioro del medio ambiente”.
En este sentido, añadió el rector Rovere: “Es inevitable que asumamos que es imposible construir una sociedad mejor, quienes tenemos el privilegio de haber logrado un nivel de educación universitaria, si no nos proponemos aplicar las competencias que hemos adquirido en la renovación permanente de las instituciones educativas y con la convicción de que la educación constituye uno de los pilares fundamentales en el desarrollo social de una nación”.
Asimismo, instó a los nuevos profesionales a “creer” en ellos mismos, “en sus raíces, en el conocimiento acumulado y que es posible transformar las cosas. Deben crear, a través de lo aprendido, las condiciones para la generación de ideas, las ansias de progresar y mejorar cada día, en el convencimiento que se puede lograr un futuro mejor”.
Finalmente, el rector Rovere saludó a los graduados y a sus familias en vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, a quienes deseó “éxitos y felicidad en sus vidas”, a la vez que les agradeció por elegir y confiar en la Universidad “como instrumento de formación”.
Mayor compromiso
Al hablar en representación de los egresados durante el acto de la mañana, la contadora pública Agostina Scapín dijo: “Con la obtención del diploma hemos alcanzado una meta, pero también es un momento para asumir mayor responsabilidad”, y agregó: “Nos encontramos en una situación privilegiada que nos demanda el compromiso de ser cada día mejores profesionales y actuar con respeto hacia los demás”.
Señaló en otro momento de su mensaje: “Esta ceremonia representa el cierre de una etapa muy especial, una etapa de formación y aprendizaje constante, un largo recorrido que comenzó hace varios años y está llegando a su fin”.
Recordó: “La Universidad nos acogió y permitió desarrollarnos, no sólo profesionalmente sino también de manera personal”, por lo cual dijo: “Siempre voy a estar agradecida por esta oportunidad que nos brinda la Universidad pública. El acceso a la educación es invaluable, un factor clave en el avance y progreso de personas y sociedades”.
Más adelante, Agostina Scapín subrayó: “La docencia es una tarea compleja, cargada de gran responsabilidad. Por eso es que agradezco a todos aquellos que nos transmitieron sus conocimientos, saberes y experiencias, motivándonos a querer capacitarnos cada vez más y a perfeccionarnos en la profesión elegida”.
Finalmente, sostuvo: “La capacitación debe ser un esfuerzo constante, ya que nos enfrentamos a un mundo cada vez más globalizado y cada vez más competitivo, por lo que se hace necesario actualizar nuestros conocimientos. Para eso, no olvidemos que esto no es una despedida sino que la Universidad nos deja abierta sus puertas para quienes deseamos seguir con la especialización y el perfeccionamiento”.
La ceremonia
La ceremonia se dividió, como ya es habitual, en dos actos que se llevaron a cabo a partir de las 11 y de las 14.30, donde en conjunto recibieron sus títulos 32 egresados de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, 15 de Ciencias Económicas, 15 de Ciencias Exactas, 51 de Ciencias Humanas y 10 de Ingeniería.
Los egresados provienen de distintos puntos de la provincia y del país, como es el caso de Córdoba Capital, Santa Fe, San Luis, Entre Ríos, Mendoza, Chubut, La Pampa, Buenos Aires y La Rioja, entre otros.
El rector Rovere tomó a los graduados el juramento de rigor para el ejercicio de sus respectivas profesiones, en lo que constituyó uno de los momentos más relevantes y emotivos de cada acto.
Mediante el juramento, los egresados hicieron pública su toma de posición ante la vida y manifestaron su compromiso ante las personas, las instituciones y toda la sociedad.
Un momento después, el cuerpo de abanderados de la Universidad y de las distintas facultades abandonó el estrado para dar lugar a las expresiones artísticas, que en esta oportunidad llegaron de la mano del profesor Matías Targhetta, quien interpretó en piano dos conocidos temas del cancionero popular argentino: “Balderrama” y “La Trunca Norte”.
