Distribuidores mayoristas y quiosqueros especularon con el fin de año, y aumentaron los cigarrillos de manera estratosférica. Las tabacaleras dicen que no hay subas.
El 2017 no comenzó bien para los fumadores y sus bolsillos. Entre sábado y domingo se dieron con que los cigarrillos que fuman habitualmente habían sufrido incrementos del 50 por ciento, en promedio, sin que hubiera explicaciones oficiales al respecto.
Según trascendió, algunos distribuidores mayoristas hicieron correr el rumor de que a partir del 1° de enero el Gobierno volvería a modificar el esquema impositivo que pesa sobre los cigarrillos, lo que llevaría el precio al consumidor muy por encima de lo que estaba.
Incluso, comenzó a circular una lista «trucha» de precios que los propios quiosqueros comenzaron a cumplir a rajatabla. Algunos, en cambio, prefirieron no vender puchos durante el fin de semana, a pesar de la queja de los fumadores.
Desde la compañía Massalin Particulares se negó extraoficialmente que se planeara un fuerte ajuste sobre los precios, pero los quiosqueros siguieron vendiendo los cigarrillos todo el fin de semana con precios realmente prohibitivos.
De hecho, las marcas más consumidas, como Marlboro o Philips Morris, pasaron a costar más de 60 o 70 pesos, desde los 43 ó 45 pesos que valían hasta el viernes pasado.
Las etiquetas de 10 cigarrillos, también treparon incluso por encima de esos porcentajes, pasando de 20 a 35 pesos.
Recién este lunes se espera que las tabacaleras difundan sus listas oficiales de precios, para saber si los puchos aumentan o no. Hasta tanto, los vivos de siempre se siguen aprovechando de la falta de información.
Fuente: Día a Día
