Tras incidentes en la noche del viernes, trabajadores de distintos sectores realizan una nueva medida de fuerza en la provincia.
La delicada situación financiera del gobierno de la provincia de Santa Cruz llegó hasta el límite, circunstancias mediante, de que la residencia de la propia Alicia Kirchner fuera atacada en las últimas horas del viernes.
El renovado retraso en el pago de salario a empleados públicos, que reúnen a casi la mitad de la población activa del territorio, derivó en tiempos de gran tensión.
Tras el fin de semana, el lunes largó en tierras santacruceñas con un paro convocado por la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA), que nuclea a empleados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de diversas áreas, desde judiciales, docentes y hasta salud pública.
La primordial misión que encabeza por estos días la gobernadora es la búsqueda de un crédito en el orden local, que podría llegar a los cuatrocientos millones de dólares.
Fuente: Cba24N
