En plena calle, a Javier Valdez Cárdenas le dispararon 12 veces de dos armas. Sexto crimen a trabajadores de prensa en 2 meses.
Con una gran conmoción, el Ríodoce de Sinaloa, en el norte mexicano, destacó que les habían “disparado al corazón”. El asesinato de Javier Valdéz Cárdenas, trabajador de ese semanario y columnista en diversos medios internacionales, en la mitad de la calle, por encapuchados y después de fingir el robo de su vehículo, se convirtió en el séptimo periodista que fallece en esas condiciones en México en lo que va de 2017, el sexto en los dos últimos meses.
En Ríodoce, surgido con una línea de investigación dedicada a desentramar el narcotráfico, afirman que sabían que “esto podía ocurrir” y aquello los hizo “trabajar con miedo todos estos años”. Los títulos de los últimos libros de Valdéz Cárdenas hablan por sí solos: ‘Huérfanos del narco’, donde se dedicó a indagar en sus víctimas, o ‘Narcoperiodismo’, en el que describe las dificultades de hacer periodismo en el país, son botones de muestra. También se recuerda su edición de ‘Miss Narco’.
Qué México sea uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo no se trata, desde hace un tiempo, de una cuestión simbólica. En 2011, el Comité para la Protección de Periodistas le dio el Premio Internacional a la Libertad de Prensa, que reconoce la cobertura valiente del narcotráfico. Allí brindó un recordado discurso.
El cierre de las líneas de Ríodoce que reflejan el fallecimiento de uno de sus fundadores son contundentes: ‘Esperaríamos del gobierno estatal y del federal que se abocaran a investigar y castigar este crimen. Pero, sabiendo el destino de la mayoría de los casos, sin muchas esperanzas de que hagan justicia’.
Fuente: Cba24N