Es parte del acuerdo que había alcanzado el exministro Juan José Aranguren con las petroleras antes de dejar la cartera de Energía. Tuvieron un alza del 5% en la súper y el diesel, y 8% en las premium.
Lo había anticipado el flamante ministro de Energía, Javier Iguacel, luego de reemplazar al titular de esa cartera, Juan José Aranguren: se iban a respetar los compromisos asumidos con las empresas petroleras en el sendero de precios dispuesto a partir de julio. Y ni bien comenzó el mes, las naftas volvieron a subir. Desde ayer las empresas aplicaron un alza del 5% para la nafta súper y el diesel, mientras que para las premium y eurodiesel fue del 8%.
Tras la suba del dólar, las principales cadenas de abastecimiento comenzaron a aplicar los incrementos que, en principio, iban a ser de un 3 por ciento máximo, como se había acordado cuando se produjo la suba el 1 de junio. En aquel momento el incremento fue del 5 por ciento.
El sector es uno de los más sensibles a los movimientos de la divisa norteamericana, ya que el valor del crudo siempre cotiza en esa moneda.
De esta manera, desde ayer las estaciones aparecieron con nuevos precios en sus pizarras. En Río Cuarto, las YPF llevaron los valores de la Infinia (la de mayor octanaje) a 36,28 pesos, mientras que la super alcanzó los $ 31,49. En el caso del gasoil premium, el litro se vende ahora a 31,76 mientras que el común alcanza los 26,09. En las otras marcas, como Shell y Esso, no había impactado todavía la suba pero estimaban, como ocurrió en las anteriores oportunidades, que en las próximas horas también actualicen sus pizarras.
De este modo, un tanque de 50 litros de nafta premium ya cuesta en la ciudad 1.814 pesos. Otro punto destacado es que el costo del diesel premium superó a la nafta súper.
Por su parte, en las estaciones YPF de la Capital Federal, por ejemplo, el litro de nafta premium se vende a unos $ 32.34, mientras que el de super cuesta $ 27.82. La diferencia en el primer caso con respecto a Río Cuarto es de casi 4 pesos, más del 10%. Y en el segundo, de $ 3,67. Por su parte, en la capital provincial los valores pasaron este fin de semana a 35,85 en la Infinia; a 31,11 en la súper, y a 29,82 en el caso del diesel infinia.
Este incremento se suma al del 5 por ciento autorizado por el Gobierno para el primero de junio pasado, el cual había sido acordado en mayo.
En aquella ocasión se había establecido que el próximo aumento iba a ser en julio y de hasta 3% para todas las naftas y gasoil comercializadas en el país. Según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), el precio de los combustibles en la Argentina todavía tiene un atraso del 30% y es el sexto más bajo de los valores de comercialización entre los países de la región.
El organismo sostiene esto a partir de un informe que realizó en octubre, pasado sobre la base del precio del barril de petróleo Brent, que se toma de referencia en la Argentina, y el tipo de cambio de ese momento.
La entidad explicó que el barril valorado en pesos pasó de cotizar $ 1.252,45 el 23 de octubre de 2017 a $ 1.976,95 según el valor de esa fecha.
El mes pasado, el entonces ministro Aranguren explicó que se estaba tratando de llegar a un acuerdo con las petroleras y refinadoras para atenuar el impacto del incremento en los costos de la industria, la tasa de cambio y el valor de los biocombustibles.
“Los productores de petróleo crudo acompañarán este esfuerzo limitando los precios de la compraventa de su producción en el mercado interno durante mayo, junio y julio del corriente año», sostuvo.
FUENTE: Diario Puntal
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