Tristeza não tem fim y es solo brasilera

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    Brasil 1 Alemania 7
    8 de julio. Belo Horizonte.
    17:00.
    La paliza que se comió Brasil es tan grande como su trayectoria en los mundiales. Ellos, los verde y amarillo ganaron en muchas partes menos en su casa, y esa debilidad los persigue en el tiempo. Otras veces arruinó la alegría mundialista a países organizadores, pero esta es la segunda vez en la historia que lo dejan con las manos vacías en su casa. Llora Julio Cesar y llora David Luiz porque no pudieron darle el título en casa a su torcida. Piden disculpas, no encuentran consuelo. Los alemanes saludaban al público, hoy les salió todo. Virtud, trabajo, actitud y talento alemán, contra las disculpas de los brasileros. En los primeros minutos los anfitriones salieron a comerse a los teutones, apretaron en todos los sectores y no se imaginaban lo que sería una Alemania matadora, que con orden, táctica y talento, lo destruiría. Brasil sufrió una humillación memorable ante el fútbol total de Alemania. Habrá que agregarle un apéndice al capítulo «Brasil 2014» en el libro de la historia de los Mundiales. Fue un baile de Alemania, que eliminó a los locales en una clase magistral en la que anotó siete goles. Histórico. Nuevo «Maracanazo»: Alemania humilló a Brasil.
    No existen palabras para describir un resultado así. Difícil ver un partido igual en una situación similar. En el Mineirao, Alemania destruyó la ilusión de todo el pueblo brasilero al derrotar al equipo de Felipe Scolari por 7-1. En un encuentro con emociones rápidas, Brasil terminó aplastado por la otra máquina: Alemania. En apenas 11 minutos el conjunto teutón se puso en ventaja de la mano del delantero y estrella Thomas Muller. A la salida de un córner toda la defensa de Brasil se durmió y lo dejaron solo en el segundo palo.
    El encuentro había comenzado de manera vibrante con Brasil yendo hacia adelante y presionando en la mitad de cancha, molestando a toda la defensa alemana pero no logró profundidad.
    Alemania y Brasil jugaron 21 partidos, 12 triunfos de Brasil, 5 empates y 4 victorias de Alemania (todas como local). Miroslav Klose es el único sobreviviente que jugó la final del Mundial de 2002 entre Brasil y Alemania. El dt Brasil repite, Scolari.
    Para colmo, el arquero Neuer se la hizo difícil al scratch y tapó todo. O casi todo, porque a falta de dos minutos, Oscar anotó de contragolpe el gol de la vergüenza: 7 a 1. Alemania dio una verdadera demostración de cara a la final. El equipo de Löw funcionó como una máquina: ocupando inteligentemente los espacios, sin un líder indiscutido; puro espíritu de equipo. Del lado brasileño, los cachetazos llegaron tan rápido y con tanta furia que ni chance de reacción hubo para el scratch de Scolari, que en el segundo tiempo metió cambios, pero ya era demasiado tarde.
    Müller, Klose, Kroos (dos veces) y Khedira fueron los que definieron a la red en el lapidario 5-0 de la primera mitad, y Schürle, que ingresó por Klose, completó el score con un doblete desde el banco. Fue tan contundente noqueo inicial de Alemania, que le metió cinco goles en 30 minutos al conjunto de Luiz Felipe Scolari . Un baile para la historia, una lección de fútbol en plena semifinal de un Mundial. En la conferencia de prensa le dijeron a Filipao que Brasil lucía muy atrasado, pasado de moda, como que se ha quedado en el tiempo, algo parecido a lo que le ocurre a Ferrari en la F1, pese a tener el mejor piloto (Alonso), está lejos de la punta, como que con el nombre solo de “Brasil” no se puede.
    Ganó Alemania. Dificilísimo pero no imposible…

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