Un golpe comando de película sucedió este martes por la mañana en la ciudad entrerriana de Victoria. Delincuentes ingresaron al Aeroclub ubicada en las afueras de la localidad, redujeron a empleados y robaron un pequeño avión Cessna, habitualmente utilizado para saltos de paracaidismo.
La aeronave que se robaron es un Cessna 182, monomotor de cuatro plazas, color blanco. Además los delincuentes se llevaron ocho paracaídas y un automóvil que abandonaron a metros del lugar.
Fuentes policiales informaron que el avión tenia los dos tanques de combustibles completos, lo que le da una autonomía aproximada de 800 km o 4 horas de vuelo.
Sebastián Aresca (37 años y argentino), el damnificado por el robo, involucró en el hecho a un ex socio de nombre Gabriel Quiros, quien tendría vinculación con el narcotrafico.
Según lo aportado por los testigos todo comenzó a las 8:30 horas. «Un automóvil Renault Clio color negro, polarizado llegó al Aero Club Victoria, del cual descendieron cuatro masculinos, quienes a cara descubierta y utilizando armas de fuego amedrentaron al encargado y otras personas que estaban en el lugar, los encerraron y escaparon. Cuatro de ellos lo hicieron en el avión y otro en un automóvil que luego dejó abandonado a mil metros del lugar, en un camino vecinal.
El día anterior los delincuentes habrían contratado el servicio de paracaídas por lo que en la jornada de hoy estaba todo listo y el avión con el tanque de combustible completo.
El primero en ser reducido, trasladado a una oficina y maniatado fue el sereno del lugar Antonio Mazuco, luego hicieron lo mismo con los paracaidistas y el piloto del avión que presta servicio en el centro de paracaidismo que funciona en el lugar.
