El vicepresidente de Cáritas, Jorge Basso, habló del impacto de la crisis en la ciudad. Dijo que creció un 30 por ciento la demanda en los merenderos que atiende la Iglesia. Pidió crear una multisectorial
El sacerdote también comentó que la demanda social en los merenderos de la Iglesia creció un 30 por ciento.
Y pidió a las autoridades crear un espacio multisectorial para articular las acciones del Estado y de las organizaciones sociales que trabajan en ese sentido.
“Sí, en nuestras parroquias se nota el aumento en la demanda. Está en el orden del 30 por ciento”, señaló el padre Basso.
Y añadió: “El impacto de la corrida cambiaria repercutió en las tarifas y también en el supermercado”.
“En algunas parroquias la demanda ha aumentado el 30 por ciento en el último trimestre. Eso significa que la gente anda buscando más alimentos y más vestimenta”, indicó.
Y ejemplificó: “Esta mañana misma (por ayer) me decía una señora que tiene cuatro hijos que les pega a los chicos para que no le pidan comida. Su fuente de sustento es el basural. Es decir que ella busca comida en la basura acá en Río Cuarto”.
“Indudablemente que el hambre tiene rostros concretos”, sostuvo.
Al respecto, Basso celebró que el Municipio invierta $ 5 millones más para la ayuda social: “No sé cómo se irá a distribuir pero me parece algo muy oportuno porque el Estado tiene que llevar gran parte de la solución a estas necesidades”.
“Porque Cáritas se maneja con recursos que son limitados. Nosotros agregamos como plus la contención y el cariño”, afirmó.
El sacerdote manifestó además que en la ciudad hay muchos merenderos que tienen por función dar una mano a los que más necesitan.
“Nosotros tenemos apoyos escolares y merenderos a los que van muchos chicos”, manifestó.
Y especificó: “Por ejemplo, en la parroquia de Jesús Resucitado tenemos 154 chicos que participan de la merienda, en San Pantaleón 125 y en San José de Calasanz 85”.
-¿Y notan que cada vez van más chicos?
-Y sí. En el merendero de la Capilla de la Gruta también hemos notado que en algunos días van adultos queriendo tomar la leche.
“En nuestros merenderos se da el mate cocido o cacao con leche, con pan, dulces, quesos y frutas. Porque de algún modo las meriendas vienen a ser la cena para esas personas”, expresó.
Y acotó: “Nosotros vemos también que los chicos no quieren irse del merendero porque hay comida, están calentitos y hay contención”.
El impacto
“Nosotros creemos realmente que la situación económica se ha deteriorado y eso repercute gravemente en las personas más necesitadas”, sostuvo.
-¿Cuál es el mensaje de la Iglesia en el marco de esta coyuntura?
-En general, quiero decir que todos nos tenemos que hacer cargo de los seres humanos más débiles. Obviamente que el Estado tiene una responsabilidad como así también las organizaciones sociales. Pero todo ser humano tiene responsabilidad sobre su prójimo. De ahí en más uno puede mirar al que está al lado y acercarse y ayudarlo, como pasaba con el Buen Samaritano, o ver la situación y pasar del largo, con indiferencia.
“Uno observa el crecimiento de las rejas en las casas por el tema de la inseguridad. Si yo como ser humano dejo de interesarme en el que más sufre, me encierro más y pongo más rejas para que no me molesten y un portero para ver si lo atiendo o no. Es una cuestión cultural importante”, indicó.
Multisectorial
Más adelante, Basso pidió a las autoridades conformar un espacio multisectorial en el que se puedan articular todas las acciones sociales, tanto del Estado como de las demás organizaciones sociales que trabajan en la ciudad.