Inicio CABECERA La herencia más codiciada podría incluir a 3 familias riocuartenses

La herencia más codiciada podría incluir a 3 familias riocuartenses

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El ADN de los hermanos Gladys, Juan Carlos y el fallecido Humberto Guzmán legitimaría el parentesco con el millonario hacendado. Ayer, uno de ellos se mostró confiado en que estarán entre los beneficiarios

Cuatro décadas después de la muerte del millonario hacendado cordobés Juan Feliciano Manubens Calvet (1904-1981), la encarnizada puja por una fortuna estimada en 225 millones de dólares llegará a su fin hoy, cuando el juez civil Carlos Bustos entregue las propiedades a sus legítimos herederos.

En el selecto grupo que integran parientes, buffets de abogados y hasta un grupo inversor que adquirió derechos sucesorios, se contarían tres familias riocuartenses: la de los hermanos Gladys, Juan Carlos y Humberto Guzmán.

Son los nietos de Brígida Guzmán, una mujer que trabajaba en una de las estancias de Manubens Calvet y que habría tenido un hijo no reconocido por el hacendado.

El uso del condicional se justifica hasta que el fallo del juez Bustos confirme lo que ellos esperan. Las marchas y contramarchas legales les enseñaron a los Guzmán a tomar el asunto con cautela.

Desde 2009 vienen proclamando en la Justicia el derecho a participar de la elusiva fortuna. Su primer abogado, Enrique Zabala, concitó la atención mediática cuando anunció por Cadena 3 que en sus manos tenía el ADN que acreditaba que los tres hemanos, sumidos en la indigencia, tenían el linaje Manubens Calvet en su sangre, por lo tanto eran legítimos aspirantes a una porción de la herencia.

Pasaron los años, los Guzmán rompieron su lazo con Zabala y aquel sueño de salir de la pobreza por un guiño del destino pareció diluirse.

Cada tarde, en uno de los puestos de venta ambulante de dvds del Bulevard Roca, se puede ver a uno de los hermanos Guzmán, Juan Carlos, apostado junto a un grupo de amigos.

Ayer, Guzmán estaba en la misma esquina de la calle San Lorenzo, con una gorra y una bufanda, sentado en el alféizar de un local, a merced de las rachas de viento gélido. No era la imagen de un aspirante a millonario. Sin embargo, el hombre de 66 años confió a Puntal: “Nosotros estamos adentro de esto”.

No dijo nada más. Se excusó de hablar hasta que su abogada le dé el visto bueno, pero nadie les quita las esperanzas de que las tres familias de los hermanos Guzmán serán incluidas en el reparto de bienes.

Lo concreto es que Juan Carlos no bajó los brazos cuando se desligó del abogado Zabala. Se tomó un tiempo para volver a juntar fuerzas y contrató a una nueva letrada.

Su hermana Gladys, de 77 años, estaba cansada de lidiar con los tribunales, los laboratorios bioquímicos y los expedientes, y se apartó. Luego el propio Juan Carlos la convenció de sumarse nuevamente al reclamo sucesorio.

Lo mismo hizo el tercero de los hermanos, Humberto, quien padecía trastornos mentales que lo obligan a internarse en la Clínica Philipe Pinel. El murió hace pocos años, sin embargo, los tres hijos de Humberto hoy también están expectantes de lo que se resuelva en la capital provincial.

El reparto

Sin un testamento que designara un heredero, la pugna por las prósperas tierras y las valiosas propiedades que dejó el mítico terratienente se repartirán entre numerosos beneficiarios.

Según trascendió en medios capitalinos y nacionales, un 40 por ciento del total irá a pagar a los acreedores por la deuda que se fue acumulando después de años de juicio. Otro 35 por ciento será dividido en las cinco familias de los hermanos de Manubens Calvet, que no tuvo hijos o al menos nunca figuraron como tales ante la ley. Pero además, se consignó que el 28,6 por ciento de los derechos sucesorios de estos parientes fue comprado por un grupo de empresas offshore, que no fueron identificadas por la Justicia.

Así, se estima que los familiares recibirían 56,4 millones de dólares y el resto, 22,6 millones de dólares, iría a estas firmas fantasmas.

¿Cuánto de ese dineral podría corresponderle a los Guzmán, si es que la resolución del juez Bustos los incluye como herederos?

El gesto impasible de Juan Carlos no aportó ninguna pista.

El hombre que vive de una modesta jubilación por años de trabajo en la terminal de ómnibus se bajó levemente la bufanda y, con una sonrisa, les prometió a los compadres de todas las tardes que, pase lo que pase, no abandonará esa esquina.

Murió en soledad, sin dejar ningún testamento

Juan Feliciano Manubens Calvet nació el 20 de octubre de 1904 en Villa Dolores y murió, en soledad, en una clínica céntrica de esa ciudad cordobesa el 5 de marzo de 1981, a los 77 años.

Los lugareños recuerdan que a los pocos minutos sus sobrinos ya reclamaban la millonaria herencia ante la Justicia, sin imaginar que pasarían 39 años antes de que se definiera el legado económico del hacendado y político.

El sitio Villa Dolores de antaño describe a Manubens Calvet como un personaje carismático y controvertido que forjó una leyenda en Traslasierra. Fue dos veces intendente de Villa Dolores, además de un destacado legislador provincial. “Pero sus mayores éxitos económicos los logró en la producción agropecuaria, con métodos casi esclavistas que ya entonces eran reprochables”, señaló la publicación web.

Agregó que era obsesivo por el trabajo y por sus pertenencias, y aunque llevaba una vida privada austera e intrincada, tuvo varias mujeres que nunca reconoció públicamente. Murió alejado de sus hermanos y a nadie legó sus bienes, ni siquiera a Margarita Woodhouse, su compañera de los últimos 40 años.

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