Así lo aseguró Mirta Aromataris, coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto, quien realizó una reflexión sobre los hechos de violencia que se registran a diario en las instituciones educativas de nuestro país. Aseguró que se trata de un fenómeno multicausal, un síntoma de nuestra sociedad.
Luego de varios hechos de violencia que tuvieron su epicentro en diferentes escuelas de nuestro país y en los que se vieron involucrados tanto alumnos, docentes y padres de los estudiantes, desde Primero Noticias dialogamos con la Coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Mirta Aromataris, quien compartió su análisis sobre estas manifestaciones alarmantes que cada vez se vuelven más comunes en la sociedad.
Al ser consultada sobre las situaciones de agresión que se dan entre pares en el interior de los establecimientos educativos, Aromataris manifestó que este fenómeno no se puede despegar en su lectura de la violencia general que se encuentra instalada en la comunidad y aseguró que existen condicionantes sociales, económicos y culturales que lo propician.
«El término bullying da una idea demasiado limitada de los sucesos de violencia. Es preferible hablar de violencia escolar o acoso escolar y pensarlo como un emergente, un síntoma social que es complejo, en donde intervienen muchas variables», aseguró.
De acuerdo a lo expuesto por la profesional, el concepto inglés se centra en la relación existente entre víctima y victimario, dejando a un lado el contexto existente.
«Acá no se trata de buenos y malos, se trata de una situación que es necesario analizar, problematizar y enfocar desde todas las variables que intervienen», indicó la Coordinadora, quien luego añadió: «el victimario también es una persona que tiene muchos problemas y es necesario trabajar con ella».
En relación a los conflictos de convivencia escolar que involucran a docentes y alumnos, Aromataris sostuvo que están vinculados a procesos de caída de la autoridad y a la instalación de ciertas legalidades e indicó que se debe trabajar mucho sobre la ética y la prevención tanto en niños como en adolescentes.
«Estas cosas se van construyendo en la crianza, son parte de la subjetividad», dijo la entrevistada.
