El clima de clases es muy particular: madres amamantando a sus hijos mientras leen, padres que asisten tras una jornada intensa de trabajo, los jóvenes que vuelven a las aulas arrepentidos de haberla dejado, con la ilusión de finalizar los estudios, ser un ejemplo para sus seres queridos y mejorar las posibilidades de crecimiento personal, social y laboral.