En la Granja Siquem a escasos kms de nuestra ciudad, desde hace 24 años trabajan para que los chicos que allí son derivados desde la Senaf o desde el Juzgado de Menores descubran que pueden tener una oportunidad y que todavía hay esperanza.
Manuel Schneider fundador de la granja explica que lo que hoy es una institución nació apenas como una idea y «se fue transformando, al punto que hoy ya hay un sector productivo, hay comercialización de algunos productos y tenemos la escuela primaria y secundaria».
Los chicos que allí son derivados son los que se caracterizan como niños y jóvenes en situación de riesgo, la mayoría judicializados que cuando llegan a Siquem pueden vivenciar el lugar como hogar de día, es decir llegan a la mañana y se van a la noche de lunes a viernes, porque sus familias pueden tenerlos con ellos; o viven permanentemente allí porque el contexto familiar no los puede tener o han cometido algún delito que impide que puedan volver al hogar. «Desde afuera la complejidad de cada caso se mide por la causa por la cual llegan acá, pero nosotros determinamos la complejidad por la historia de vida, puede ser un chico que esté en una esquina, que no haya hecho nada y la Senaf decide derivarlo y su vida es tan dura que el caso es muy complejo al punto que es muy difícil convencer a ese chico de que tiene oportunidades y que no tiene que perder la esperanza», explica Manuel.
Por otro lado, Manuel Schneider remarca que si Siquem existe es porque hay algo que los estados, nacional, provincial y municipal no están haciendo, «que exista Siquem quiere decir que hay un problema no abordado por los gobiernos y es el rol que está cumpliendo la granja actualmente». Schneider va más allá en el análisis y llama la atención sobre que «una sociedad que le tiene miedo a sus niños y jóvenes es una sociedad enferma, al contrario, cumpliendo el derecho internacional, la sociedad debería cuidar de estos niños y jóvenes y sin embargo al encontrarse rota por la falta de empleo y por la desigualdad los tira a la basura y nosotros lo único que queremos es ofrecer una oportunidad a quienes están con nosotros, obviamente no podemos dársela a todos, sólo a los veinte y pico chicos que tenemos».
