Detrás, está la gente
con sus pequeños temas,
sus pequeños problemas
y sus pequeños amores.
Con sus pequeños sueldos…
Cada uno a su manera
cada quien con sus modos;
detrás estamos todos,
usted, yo y el de enfrente.
Joan Manuel Serrat
Lejos del Río Cuarto que se ve, hay una ciudad oculta… o, mejor dicho, una ciudad a la que le esquivamos la mirada.
Muchas veces pasan por nuestro lado pidiendo limosna con sus manitos estiradas y no reaccionamos… parece ser que desarrollamos una coraza, de la cual es difícil volver…
Son niños y eso es lo que más duele. Niños con muchos años por delante, pero con un futuro difícil. Niños que comienzan a dar sus primeros pasos, pero ya el camino se encuentra lleno de obstáculos y piedras…
Poco les importan los cruces políticos o la burocracia consolidada, ellos quieren merendar, quieren la leche con su pancito. Y eso es lo más triste. Nos están pidiendo a gritos ayuda. Nos están pidiendo comida. Comida que actualmente le llega a cuentagotas…
La realidad es dura y estruja el corazón…
Primero Noticias realizó ayer un recorrido por tres merenderos de la Ciudad: Centro Nuevo Amanecer de Barrio Valacco, Ángel de la Guarda de Barrio Obrero y La Barriada de Roque Sáenz Peña. Allí, habló con sus protagonistas, con quienes cada día deben darle la leche a los más pequeños y sufren las consecuencias del olvido en primera persona.
Compartimos el informe:
“Si viene cada vez más gente a buscar la leche, quiere decir que cada vez más gente tiene hambre”
“Se terminan las clases y los chicos no van a tener nada”