El ex chofer de Roberto Baratta reconoció las anotaciones de los supuestos sobornos pagados por empresarios a exfuncionarios kirchneristas y luego participó de dos allanamientos a sus propiedades.
Al declarar como imputado colaborador, Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, reconoció ayer que los cuadernos con anotaciones sobre supuestos sobornos a exfuncionarios del kirchnerismo eran suyos y luego participó junto al fiscal federal Carlos Stornelli de dos allanamientos en los que se habrían buscado los originales sin éxito.
El hombre, que se acogió a la figura del «arrepentido», declaró en los Tribunales federales de Comodoro Py en horas del mediodía y, al finalizar, Stornelli aseguró que «aportó mucha información», pero no dio detalles sobre el contenido porque la causa se encuentra bajo secreto de sumario.
Centeno reconoció ante la Justicia que eran suyos los cuadernos en los que registraron los retiros de bolsos con dinero de empresarios y su distribución en domicilios de exfuncionarios del gobierno kirchnerista durante casi diez años.
Al término de la audiencia en Retiro, el exchofer se trasladó junto a Stornelli a su vivienda en la localidad bonaerense de Olivos, donde se llevó a cabo un allanamiento que habría tenido como objetivo principal encontrar los cuadernos originales, ya que a la Justicia habrían llegado copias.
«No hay palabras. Hay secreto de sumario», se limitó a señalar Stornelli ante la prensa, luego de participar del primer allanamiento en la casa donde Centeno convivió con su exesposa hasta 2016.
El segundo operativo tuvo lugar en una propiedad del cuñado del exchofer, ubicada en Bella Vista, cuyas llaves estaban en el domicilio de Olivos: allí, Stornelli arribó junto a funcionario judiciales y efectivos policiales, mientras que Centeno se quedó en el primer domicilio con custodia.
Los cuadernos son la principal prueba que existe en la causa contra empresarios y exfuncionarios kirchneristas por supuestas coimas millonarias por la obra pública, que ya arrojó detenciones y citaciones a indagatoria, incluida la de la exmandataria Cristina Kirchner.
Trabajaba en Berazategui
Según trascendió, Centeno, que estaba contratado de manera temporal como conductor en el Municipio de Berazategui, fue echado de su cargo ya que no se presentó a trabajar el miércoles.
El chofer había ingresado al puesto el 27 de octubre del 2017, con un sueldo inicial de 15 mil pesos, que luego ascendió hasta los $ 19.000, de acuerdo con lo que publicó el medio local El Progreso.
En Berazategui, que tiene al kirchnerista Patricio Mussi como intendente, Centeno realizaba viajes designados para los empleados en general, ya que no tenía a un funcionario o área designada.
FUENTE: Diario Puntal