Desde la confederación de productores consideran “un desastre” la situación: «Tenemos un atraso en obras de cincuenta años».
Los milímetros caídos no fueron tantos, pero la lluvia del fin de semana reactivó la compleja situación que atraviesan, por caso, productores de la región pampeana. A esta altura, estiman que “el costo humano y social es inconmensurable”.
Que se trate de diez millones de hectáreas, con una estimación a fines de agosto de mil quinientos millones de dólares en pérdidas, es sólo un dato al lado mirando hacia el futuro, con la denuncia de un atraso de obras en el país de “por lo menos cincuenta años”.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) hablan de “suelos saturados”, donde “no entra una gota más de agua” en la víspera de una etapa de lluvias, como la primavera, y “gente que no sabe qué hacer”, de cara a la siembra de soja, maíz y girasol.
“La única forma que se va el agua es por correntías o evaporación. Por ahora, el escrurrimiento lento, no sabemos cuánto tardará ni tampoco cuánto lloverá. Y hay que esperar eso para comenzar las obras” señaló Matías de Velazco, el presidente de CARBAP.
El dirigente refirió que es “un desastre” el estado general para productores de la zona, y pidió “un plan argentino para la gobernanza del agua”, ya que en el país existe “un atraso de por lo menos cincuenta años”.
Fuente: cba24n.com.ar
