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Los $ 7.400 millones del IFE que no llegarían a Córdoba alertan al comercio

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Los almaceneros advirtieron que, además de los 740 mil beneficiarios de la provincia que perderían el plan, ese dinero dejará de alimentar el circuito económico minorista. Se sumará a la caída de ventas que registran.

Sobre llovido, mojado. El comercio minorista de la provincia viene registrando una caída constante de ventas desde hace 28 meses y la llegada de la pandemia sólo agravó esa situación con una mayor profundidad en la pérdida de ventas. Pero ahora aparece un escalón más en la bajada: el corte que podría tener Córdoba del beneficio del IFE por el cual se distribuían 7.400 millones de pesos mensuales. Según los registros, hubo 740 mil beneficiarios que percibieron los 10 mil pesos los dos primeros meses y ahora lo dejarían de cobrar porque la Provincia llegó a fase 5 o zona blanca para la calificación nacional de cuarentena.

Sería dinero que dejaría de alimentar circuitos de venta minorista en las próximas semanas si la Nación termina confirmando que esos beneficios sólo se continuarán en las zonas con transmisión comunitaria del virus.

Ayer fue el Centro de Almaceneros de la Provincia el que emitió un comunicado alertando que la situación “pone a nuestra institución, al sector comercial minorista que representamos a lo largo y a lo ancho de nuestra provincia y a un considerable segmento de nuestra sociedad, en un estado de máxima y profunda preocupación”.

Para el Centro de Almaceneros, “esta prestación monetaria no contributiva se ha transformado en el principal atenuante de la inédita crisis económica y social, consecuencia de la pandemia Covid-19 y de las entendibles medidas sanitarias preventivas adoptadas”.

Y agregó: “Para muchas de las 740.000 personas beneficiarias de este Ingreso de Emergencia en nuestra provincia, el IFE representa quizá la única posibilidad de completar el acceso a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de su núcleo familiar. De hecho, según las últimas mediciones de nuestro Departamento de Estadísticas y Tendencias, del total de encuestados durante junio, el 24,75 % no pudo acceder a todos los productos de la CBA, mientras que el porcentaje restante sí tuvo acceso completo, pero el 43,5% de este último grupo sólo pudo lograrlo con ayuda estatal, es decir con alguno de los programas sociales vigentes (nacional, provincial o municipal) con mayor incidencia del que nos concierne en este comunicado”, explicó.

El Centro de Almaceneros destacó el circuito que hoy alimenta ese dinero al destacar que esos fondos se trasladan principalmente al comercio y este a su vez lo inyecta de manera directa en la industria (conformada en gran parte por pymes y mipymes regionales), generando dinamismo para estos sectores, principales motores de la economía, cuyas actividades se vieron paralizadas o muy afectadas por el período de aislamiento.

“Son momentos difíciles, sin precedentes, en los que la sociedad toda se encuentra afectada de una u otra manera por la pandemia. Entendemos el enorme costo que representa para el Estado el sostenimiento temporal de éste y otros programas. Pero en Córdoba, nuestros desocupados no consiguieron empleo; las actividades de los trabajadores de la economía popular y la de los monotributistas sociales continúan prácticamente paralizadas”, alertó la entidad.

Señalan que hay un mayor paso a la informalidad

El presidente de Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), Ezequiel Cerezo, alertó ayer que hay un primer paso de muchos comercios de autoempleo que buscan sobrevivir pasando a la informalidad para sostener algún tipo de ingresos. “El primer efecto de la fuerte crisis es el paso a la informalidad porque tenemos más de un 30% de comercios que no tienen empleados, son de autoempleo, y posiblemente cierren la puerta. Muchos se trasladan a su domicilio o redes sociales, lo que se termina transformando en una actividad no registrada. Ese es un primer efecto, y después el cierre de comercio tradicional, que es lo que vimos en el último informe”, dijo el directivo al referirse al relevamiento que mostró un 18% de cierre de locales en la capital provincial y del 13% en el interior. “La situación es muy preocupante porque tuvimos una caída de ventas del 23,9% luego de 28 meses consecutivos de baja. Por eso decimos que la pandemia viene a agravar muchísimo más la situación que veníamos arrastrando durante dos años seguidos”, remarcó Cerezo.

 

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