En comparación con 2015, en los primeros ocho meses ingresaron 7.000 toneladas más. Se redujo un 5% la cantidad de productores.
Aquel argumento utilizado por el Diputado Nacional José Ignacio De Mendiguren del ingreso de carne de cerdo desde Dinamarca es el puntapié inicial de la compleja situación que atraviesan los trabajadores pequeños del sector. Pese al aumento en el consumo a nivel general y que las condiciones mejoraron a partir de agosto, un total de 250 productores (sobre una base de 5.000) fueron “expulsados del mercado”.
En el marco del proyecto de ley de Sergio Massa de suspensión de importaciones que le vale una disputa pública con el oficialismo, los números arrojados desde laAsociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) al menos, causan sorpresa: en la comparación del período enero-agosto, en 2016 ingresaron al país casi 13.000 toneladas de cerdo, contra las 6.000 medidas el año pasado. Es decir, el registro actual dobla a 2015.
“El incremento es muy grande porque encuentra a una población con menor poder adquisitivo. Eso sumado a que pusimos (en el mercado interno) 35.000 toneladas más en el mercado en el mismo lapso. Estas importaciones no tienen sentido y eso nos tiene preocupado” disparó el titular de la AAPP, Juan Uccelli.
Marcó también el despropósito de ese 15% que entra, proveniente de Dinamarca: “Es una ironía, porque mandan excesos o excedentes de cámara, carne que tienen que sacar. Ahí el precio importa poco y es muy difícil competirle. Además, una de las cosas que se trae es la bondiola, que es un producto fresco, pero generalmente no se aclara que viene congelado. Es una trampa”.
Uccelli también dejó en claro que “al público (tanto carnes nacionales como extranjeras), llegan a precios similares” y consideró que el 5% de los productores porcinos que abandonaron la actividad “fueron expulsados”, debido a las condiciones de una mayor importación con precios más bajos y una suba marcada en los costos.
La situación la marcó en Córdoba el extitular de la Federación Agraria provincial, Agustín Pizzichini: “Hemos visto que está entrando muchísimo cerdo de Brasil, de mejor calidad y a menor precio. Por eso, muchos productores chicos se desprendieron de las madres y quedaron los grandes, los que tienen 500 o 600 y tienen espalda para soportar”.
La suba en el consumo de carne de cerdo, ante la merma en los sectores vacuno y de pollo, es “la noticia positiva” de la gran cantidad de oferta con la que se encontró el país en lo que lleva el presente año.
Fuente: cba24n
