Brasil 3 Croacia 1
12 de Junio. San Pablo.
17:00.
Los anfitriones y los europeos chocaron por el Grupo A en el Arena Corinthians de Sao Paulo, un estadio con una capacidad para más de 60.000 espectadores, luego de quedar inaugurado el Mundial de Brasil. El entusiasmo de los hinchas era tremendo.
Una gran virtud de los brasileros que son técnicos de la selección, es la ausencia de egos, al menos para adentro. Si bien para afuera dicen ser los mejores del mundo, interiormente no hay celos, ni capas de fama que los divida. Es por eso que Mário Zagallo, Carlos Alberto Parreira y Luiz Felipe Scolari han alternado en los últimos mundiales, una vez como directores técnicos y otras como ayudantes de campo. Es una aptitud para copiar, ya que varios títulos del mundo confirman como positiva y constructiva esta actitud. Ustedes se imaginan a Bielsa, Bilardo, Menotti y Sabella unidos tirando todos juntos en la conducción de una Selección Nacional!!!
Todos unidos aparecieron los dueños de casa. Para muchos de ellos el Himno fue una puñalada de responsabilidad que cruzaba por sus corazones y se grababa en sus existencias. Más de una gamba debe haber temblado en el Scratch. La sensación que un país entero estaba detrás de esta selección.
De entrada se percibió a dos equipos con súper población en la mitad de cancha y dos técnicos que juegan a lo mismo. Ir para adelante, pero estar prevenidos cuando los contraataquen. Mucha altura y resistencia por parte de los visitantes europeos.
Para el inicio del partido los croatas no le aflojaron a las marcas y estuvieron al servicio de parar a los de Scolari con destreza y orden. La primera chance fue para Croacia. Y de pronto goooool de Croacia. 11 minutos, luego de un desborde, Marcelo se la clavó sin querer en contra de su propio arco.
Y como era de suponer, en los primeros 30 minutos fue difícil hacer goles. El primer amonestado en la Copa del Mundo fue Neymar por pegar al saltar y verse superado por la altura y la fuerza croata. Brasil no marca bien y estuvo a punto de perder dos a cero, pero a los 29 minutos apareció la magia de Neymar y empató el partido con un tiro mordido y cruzado que pegó en el palo antes de entrar. Daba la impresión de tener dos equipos locales, uno atacando de manera feroz y el otro defendiéndose con mucha fragilidad y zonas oscuras.
En la segunda etapa la cosa fue ida y vuelta. La pelota fue y vino de arco a arco. Los croatas se defendieron y los anfitriones se repitieron intentando desnivelar. Y hasta que llego lo que nadie quería ver, un penal a favor del dueño de casa casi inexistente.
A veces es mejor perder que ganar así. Y Neymar de penal invisible puso ganando a Brasil, a los 71 minutos.
Sobre el final una jugada confusa que termino en gol de Croacia fue anulada. La realidad no favoreció al mejor en esta ocasión.
No siempre ganan los que se lo merecen y este fue el caso.
A estar atentos Camerún y México que Brasil no es un cuco, pero a veces juegan con doce jugadores. Cuando todo estaba terminado, Oscar lo puso 3 a 1 y bajó un manto de piedad sobre el verde y amarillo que no jugó para nada bien y mostro FRAGILIDAD.
