Según lo que se desprende del artículo 38 de la ordenanza con la que se aprobó la adjudicación de la obra de las 1000 viviendas de clase media a la empresa Ivecor, a pesar de que exista una subcontratación a otra empresa como sucede en Río Cuarto con Incisa, la responsable por deficiencias en la construcción de las casas, sigue siendo Ivecor. En cuanto a la calidad de los trabajos a ejecutar, la ordenanza, en su artículo 49 especifica que es obligación de la contratista la demolición de todo trabajo rechazado y la reconstrucción pertinente, en los caso que no se garantice la calidad de los mismos, todo esto a costa de la empresa constructora.
En cuanto a la inspección de la obra, la ordenanza en el artículo 59 deja bien en claro que el control está en manos de la Municipalidad de Río Cuarto.
Las preguntas que surgen inevitablemente son ¿qué clase de control está ejerciendo el personal municipal para que pase lo que pasa en viviendas como la de Davies, o la de Rodríguez?
Y, en el caso que haya que exigir a Ivecor que se haga cargo de los costos de los trabajos de reparación y las respectivas posibles multas, ¿con qué dinero lo va a hacer?, si está al borde de la quiebra.
Desde la oposición, el concejal de Unión por Córdoba, Frente para la Victoria, Osvaldo Da Costa, aseguró que Ivecor, no sólo que no cumplió con los plazos de obra, sino, que además la empresa recibió dinero por trabajos que no realizó. Da Costa, adelantó que pedirán al municipio que denuncie a Ivecor antes de realizar un traspaso total a Incisa.
